REFLEXIÓN DOMINICAL

Antonio Fernández

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La fe está en la resurrección del señor

... “Jesús dijo: Porque me has visto has creído; dichosos los que han creído sin haber visto “… (Jn 20, 29)
domingo, 8 de abril de 2018
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¡Crees que tu fe está en la resurrección de Cristo Nuestro Señor? Callas, dudas, desconoces o crees firmemente. Obliga al cristiano católico ir al examen de conciencia, para ello es concentrarse y abstraerse a revivir las palabras, obras y pensamientos sobre las obligaciones hacia nuestro Creador, alejados de las cosas del mundo, ir al fondo del corazón y hacerse una pregunta; ¿Poseo la verdadera fe? La respuesta tiene dos alternativas; ¡Sí la tengo y la quiero conservar! o ¡No la tengo, además no me interesa! La persona toma a voluntad su definición, sea para bien o para mal, ya que en la práctica de la virtud no existen términos medios, la disyuntiva es: Sí, sí o no, la duda existe en el timorato y escurridizo, incrédulo y cicatero, a estos les gusta permanecer en la parte media del bimbalete, indiferentes ven subir al que persevera y bajar al pecador, en sus adentros dicen: Yo voy a donde me conviene, no me conviene, me quedo donde estoy; ahora bien, los primeros, al conservar la Fe ganan la virtud de la esperanza y luchan por mantenerse en la virtud de la caridad, estos son pocos; los que no la tienen y la han perdido es porque no existe en ellos interés por obtenerla, estos, son una inmensa mayoría, lo que no se comprende en ellos, es la razón que los llevo al grado que no se les permite descubrir el error que viven, quede claro, Dios no obra así, es el diablo el que lo impide atrae las facultades del alma, urde en las flaquezas y debilidades, seduce a las tentaciones del mundo, debiera valorarse así mismo que todo mal paso en la vida, es estar en la antesala de perder la gloria o ganar el infierno, uno y otro es eterno, la indiferencia es tiniebla en la memoria, entendimiento y voluntad que impide al pecador mirar su situación con desaire y desprecio.

La humanidad vive en un dilema que le resulta molesto: aceptar que la verdadera fe, es creer en Cristo Nuestro Señor; creer que vino al mundo en el pesebre de Belén; creer que Jesús es el Hijo de Dios hecho hombre; creer que padeció y murió para redimir la humanidad del pecado, y creer que resucito después de su muerte al tercer día como Él lo profetizo, todo esto es necesario creerlo para la salvación del alma.

Jesús legisla; …” Yo soy la resurrección y la vida; quien cree en Mí, aunque muera, revivirá” …De donde la pregunta que hizo a Pedro, y no deja de hacerlo el Señor a cada ser humano todos los días de múltiples formas; veamos la fe en Pedro, y preguntarnos; ¿Así es la mía? …” Pregunta Jesús; ¿Quién soy yo? (dijo Jesús) Respondió Simón Pedro y dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.

Entonces Jesús le dijo: Bienaventurado eres Simón Pedro, porque carne y sangre no te lo reveló, si no mi padre celestial “…Con ello ilustra Jesús a sus discípulos y a la posteridad de los siglos, que los bienes de salvación están y estarán en Dios.

La fe, es el bien por excelencia venido de Dios Padre, en el cristiano católico, está cultivarla para que fructifique en él, la obra de salvación prometida por Cristo, al que dio atención a la semilla de la fe, y deja como única depositaria a nuestra Santa Madre Iglesia Católica, con la responsabilidad de predicar su Evangelio.

Celebra el Señor con gozo las almas que por convicción meditan y se adentran mas y mas en la obra de Dios su Padre, comprenden su enseñanza, y corresponden a la obra divina, poniendo en el punto central de la existencia del cristiano católico, la palabra, obra y pensamiento que profesa al Señor, inspirado por Él, eleva en su interior la fe en Cristo, por eso, la recomendación de detenerse a examinar nuestra conducta, tomar la previsión en apartarse de aquello que aleja del amar y servir a Dios, como al prójimo, cumplir en obra lo que el mandamiento de Jesús pide, pero la tentación diabólica no descansa, persiste y vuelve embestir al pecador, podrá superarlo el cristiano católico por su fe, permaneciendo en alerta constante a no perderla, similar al que cuida la fogata, para conservarla encendida, esta vigilante no dejando de echar leña, evita que se apague, porque puede por el frio congelarse, así es el esfuerzo del cristiano católico por alcanzar la vida eterna, este aumento de fe logrado por las almas que acudieron a Jesús, conociendo la razón de ir a Él a suplicar el alivio de sus males del alma y el cuerpo, o para los suyos, la misericordia del Señor alivio, para ello tuvieron que alcanzar el punto de fe requerido por que Jesús para obrar el prodigio suplicado.

Cuando el ángel del Señor da a conocer a María la obra de redención en la que el misterio de la encarnación, mereció a María el titulo más radiante: el de la Madre de Dios, por él tiene la presencia y participación deseada por Dios Padre en la obra redentora encomendada a su Hijo Jesús; …” Dijo el ángel a María; He aquí que vas a concebir en tu seno, y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús “… María asistida por el Espíritu Santo, al instante comprendió el valor benigno, bondadoso y misericordioso del mensaje anunciado del enviado por el Padre, y creyó.


Peregrinando por el mundo Nuestro Señor Jesucristo, expone su palabra a una multitud abstraída por el portentoso milagro de expulsar al demonio de un alma, reza el Evangelio; …” Cuando Él hablaba, una mujer levantando la voz de entre la multitud dijo: ¡Feliz el seno que te llevó y los pechos que te amamantaron! Y el contestó: ¡Felices mas bien los que escucharon la palabrea de Dios y la conservan ¡“… El elogio espontaneo de esta mujer glorifica a María Madre de Jesús, que las confirma, dando a conocer a los siglos, que el reconocimiento de la grandeza de su madre, viene por su fe en la palabra de Dios que guarda en su corazón.

Ante lo anterior la pregunta; ¿Cuál es el acceso para llegar a la verdadera fe? Responde el Evangelista San Juan; …” Todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y está es la victoria de quien ha vencido al mundo: Nuestra fe “…Será vencedor como muchas almas de santidad, el que cree que Jesús es el Hijo de Dios, que llama San Pablo; …” La Bienaventurada esperanza” …La virtud de la fe y la esperanza son bienes que se habrán de conquistar, mantener y no perder, de perderlos se caerá en apostasía e infidelidad, ¿Cuantos hay que pregonan según su criterio de ser o tener la palabra de Dios? ¡Muchos son los inicuos engañadores! Jesús adelantándose a ellos dijo; …” No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre celestial “… Esos muchos viven consientes en el error.

La virtud de la esperanza, corre el riesgo de caer en la presunción, impaciencia o pesimismo, se pide a Dios una gracia, pero hasta ahí, viene la desesperación y la irritabilidad que molesto reclama; … ¡Dios no me escucha!... Atraer al corazón la enseñanza del Señor; …” Pedid y se os dará; buscad y encontraréis; golpead y se os abrirá.

Porque todo el que pide obtiene” … De otra forma esta actitud impaciente perderá los bienes y gracias atesorados, pierde el alma en rebeldía contra Dios; en la virtud de la caridad, el pecado mortal la destroza y aniquila, solo el arrepentimiento limpio y sincero del pecador, recuperará la gracia santificante.

Las virtudes teologales se pierden por un acto consiente de rechazo al negar el bien al prójimo. Los bienes de la gracia, los tenemos en constante lucha por nuestra salvación, hoy los conquistamos y se guardan, al rato caemos y se pierden, siempre hay maldad para perderla, la defensa del cristiano católico es defenderse de la tentación, estar vigilante a no dejarse seducir por ella.

Dios Padre amoroso, tiende su mano providencial para recuperar la oveja perdida, para que esto se realice, las buenas obras restauran el alma.
La mayor prueba de estimación de una persona a otra, es darle crédito a su palabra.

Reza el Salmo; …” Los cielos atestiguan la gloria de Dios” …En efecto, la gloria de Dios, esto es del Hijo de Dios se manifiesta en toda su naturaleza a sus discípulos, reza el Evangelista; …” A la tarde de ese mismo día, el primero de la semana, y estando, por miedo a los judíos, cerradas las puertas(de)donde se encontraban los discípulos, vino Jesús y, de pie en medio de ellos, les dijo: Paz a vosotros “… ¡Cuál sería su sorpresa? Esperaban que el Señor vendría como lo conocían, tocaría la puerta, diría su saludo, de inmediato le abrirían la puerta, pero el Señor traspaso por decir los muros de la casa donde se encontraban, sorprendidos de momento no saben que decir, primero vino el desconocimiento, luego el reconocerlo y después el gozo de estar ante Él y escucharlo, cada uno tiene en su corazón la pena de haber abandonado a su Maestro al momento de ser tomado preso, eso los tenía en pesar, dolor y aflicción, Jesús no hizo comentario alguno, los ha perdonado, ahora su propósito es ser visto por ellos resucitado como lo había profetizado.


Continua el evangelista; … “Diciendo esto, les mostro sus manos y su costado; y los discípulos se llenaron de gozo, viendo al Señor “…Confirma su presencia, da el saludo conocido por ellos, así no quede duda que su Maestro ha resucitado como Él lo dijo; … “De nuevo les dijo: ¡Paz a vosotros! Como mi Padre me envío, así Yo os envío “…Se nos muestra la misión que Dios Padre encomendó de corazón al Hijo para hacerse hombre, y redimir al mundo, en el, enseñar la doctrina divina y fundar la Iglesia, obra redentora de Cristo Nuestro Señor, el Hijo designa a sus Apóstoles, ir y predicar la enseñanza de la doctrina cristiana y propagación del evangelio, estos a sus sucesores los Obispos, y estos a los Sacerdotes, todos continúen su obra.

Paso continuo reza el Evangelio … “ Y dicho esto, sopló sobre ellos, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo “… Quizá a este hecho no se encuentre la significación trascendental al darle lectura, es de comprender el valor redentor del mismo, la palabra de Jesús fecundiza en abundancia, el Señor muestra tener prisa en dejar su sepulcro, vivo y glorioso para ir a sus discípulos a dar el Espíritu Santo, como reza el Credo; …” Señor y vivificador, que procede del Padre y del Hijo” … Da vida y fortalece, reconforta, vivifica y saludable alienta, alivia y anima, todo lo tocará y santificará el mundo.

Y pasa al momento en que Instituye el Sacramento de la Penitencia, dijo; …” A quienes perdonéis los pecados, les quedaran perdonados, y a quienes se los retuviereis les quedaran retenidos “…He aquí la obligación del cristiano católico, dar a conocer por la confesión sus pecados, de otro modo no vendrá en el pecador el perdón, ni retener los pecados.


Y como todo acto de Jesús es obra divina, nos pasa a enseñar en la incredulidad del Apóstol Tomás, que nada está olvidado en la mente de Dios, pero en ello está su misericordioso perdón.

Reza el Evangelio; … “Ahora bien, Tomás, llamado Dídimo, uno de los Doce, no estaba con ellos cuando vino Jesús” …La razón de no haber estado como los demás discípulos no es mencionado por el evangelista, vino el Señor y no estuvo; …” por tanto le dijeron los otros: Hemos visto al Señor” …Escucho el comentario alegre de sus condiscípulos, Tomás se sentiría molesto, como diciendo ¡Me excluyeron! Más pensamientos hubo en su corazón que no se contuvo y vino en él el sentirse abandonado, quiso darse importancia poniendo en entredicho la permanencia de su Maestro, al decir; …” Si yo no veo en sus manos las marcas de los clavos, y no pongo mi dedo en el lugar de los clavos, y no pongo mi mano en su costado, de ninguna manera creeré “…Cuatro negaciones a la resurrección de Jesús, es para decirle a Tomás, tranquilízate, la soberbia te exalto a decir lo que no había necesidad de pronunciar, imagino el discípulo que Jesús no se enteraría, bien sabía que Él sabe todo, lo había dicho Pedro; …”Tú lo sabes todo” … Los discípulos guardaron silencio, no hubo reclamo a lo que dijo, cada uno pensaría, Señor perdónalo, alguno entre platicas no debías decir eso del Señor, siendo de carácter fuerte Tomás, lo dejaron.

… “Ocho días después, estaban nuevamente adentro, sus discípulos, y Tomás con ellos. Vino Jesús, cerradas las puertas, y, de pie en medio de ellos dijo: ¡Paz en vosotros! “…En este hecho nos manifiesta Jesús la pena y dolor que vive en su corazón las palabras del discípulo, ya que a todos los ha amado entrañablemente, Padre amoroso va en busca de la satisfacción a lo hecho; … “Luego le dijo a Tomás: Trae acá tu dedo, mira mis manos, alarga tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo, sino creyente “… ¿Me pregunto cómo se sentiría de avergonzado Tomás? Delante de los discípulos recibir una grave llamada de atención, y más porque sabían lo que dijo, ningún discípulo llevo lo dicho a Jesús, al momento lo conoció, el como Dios, no se le puede engañar, no es un humano para hacerlo, el Señor espero paciente.

Sentir el peso de la voz de su Maestro cuando se dirige a Tomás reclamando su incredulidad, le reclama porque Él lo ama en verdad, Tomás no creyó la resurrección, al escuchar a Jesús su corazón se desbarataba en el crisol del dolor, pena y agobio, oír de su Maestro la reprensión ya estaba arrepentido, todo eso, Jesús vio en él, su misericordia está en la palabra que le dirige, Tomás no siente lo duro sino lo tupido, como decimos, pero el gozo interior de Jesús está dado, después del dolor vino en Tomás el gozo; ….

“Tomás le respondió y le dijo: ¡Señor mío y Dios mío! “…Oración de profundo arrepentimiento, a la vez gozo de ver las llagas de Jesús, vio lo que los discípulos no vieron, el Señor le permitió ver, lo que le hizo exclamar el agradecimiento por lo que le había mostrado, Tomás estaba perdonado, como lo fue Pedro de sus tres negaciones cuando el ángel dijo a las Santas mujeres; …”Id a decir a los discípulos de Él y a Pedro”…Jesús muestro a los discípulos que de la debilidad y flaqueza humana nadie está exento, por ello es perdonar como lo ha hecho con ellos, y a la posteridad de los siglos … “ Jesús le dijo: Porque me has visto, has creído: dichosos los que han creído sin haber visto”… Aquí se ha referido a su Madre, ella creyó en la palabra y su fe es vastísima.

Por otra parte, muestra la ingratitud humana a quien tantas pruebas les tiene dadas de su fidelidad, como de su santidad divina, sobre todo, jamás hubo de su parte un mínimo destello de engaño, todo lo olvido; … “Otros muchos milagros obró Jesús, a la vista de sus discípulos, que no se encuentran escrito en este libro, pero estos han sido escritos para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y. creyendo, tengáis vida en mi nombre” … Ante ello, que nos queda a nosotros mortales con todos los defectos: aceptar con fe la resurrección del Señor.
hefelira@yahoo.com

 

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