Agencia/Reforma

El momento de celebrar y honrar a nuestros difuntos ha llegado y por tercer año consecutivo, Jean Paul Gaultier se une a la celebración de Día de Muertos con un altar lleno de magia, diseño, arte y cultura.

El 'enfant terrible' de la moda siempre ha compartido la admiración que tiene por México y por sus tradiciones, mismas que han sido fuente de inspiración para algunas de sus colecciones.

Este año, para enaltecer el trabajo de los mexicanos y realizar un homenaje al más allá, Gaultier montó una exhibición temporal que mezcla el ADN de la casa con las artesanías nacionales.

La icónica calavera a rayas ideada por el diseñador, en un formato a gran escala, es el escenario de una ofrenda creada por Ubuntu Market, un colectivo que impulsa el trabajo de comunidades artesanas en diferentes regiones del País.

Manos de Oaxaca, Chiapas y Michoacán fueron las encargadas de forjar, con diferentes técnicas representativas de cada estado, las piezas que adornan el altar, destacando las velas zapotecas, los artículos de barro vidriado, de barro oaxaqueño, textiles de telar de cintura, copal y flores que involucran detalles característicos de la firma francesa.

La ofrenda también cuenta con elementos de colecciones pasadas del diseñador, como las máscaras de lucha libre intervenidas hace varios años por el estudio de Jean Paul para su cápsula con el mismo tema.

Las fragancias de la maison también juegan un papel importante, pues los frascos de Classique, Le Male, La Belle, Le Male le Parfum y Scandal, fueron rediseñados por artesanos provenientes de San Martín Tilcajete, Oaxaca, para crear alebrijes de madera tallada.

La calavera gigante, rodeada de un jardín de flores de cempasúchil, se encuentra en Paseo de la Reforma 36 y estará abierta al público hasta el 4 de noviembre.