Leslie y David, mexicanos que estaban en Tonga durante la erupción de un volcán, cuentan que vivieron el hecho con estrés y susto. Foto: Especial

Cd. de México (27 enero 2022).- Lo primero que Leslie y David sintieron fue un cambio de presión en sus oídos, luego las explosiones, el caos, una lluvia de piedras, la isla entera moviéndose.

Los mexicanos que estaban en Tonga, cuando el volcán submarino Hunga-Tonga-Hunga-Ha'apai hizo erupción el pasado 15 de enero, narraron a REFORMA desde Dubai lo poco que pudieron explicar de lo que vivieron en los últimos días.

Era sábado por la tarde, así que planeaban ir a caminar por la isla Tongatapu, la principal de Tonga.

"Antes de salir de casa sentimos un cambio de presión en los oídos, como cuando vas en el avión; segundos después escuchamos el primer impacto, claro que nos asustamos", comentó Leslie Elisa Nava Flores.

"Segundos después, la segunda explosión, que se sintió una pequeña vibración; la tercera fue la más fuerte y se escuchaba cómo crujía la tierra y podías ver la nube negra en el cielo".

Leslie recuerda haber escuchado cinco explosiones, pero a la tercera ella y David Olaf Santillán tomaron sus pasaportes, sus perros y salieron hacia el aeropuerto, el lugar más alto de la isla.

Biólogos de profesión, Leslie y David fueron desde hace dos años a Tonga, en el Pacífico Sur, para trabajar en el cuidado y mantenimiento de peces y arrecifes.

Habían intentado regresar a México desde hace un año, pero las restricciones por la pandemia de Covid-19 les obligó a quedarse en la isla y vivir la explosión del volcán submarino.

"Temimos por nuestras vidas, la situación era bastante fuerte, lo que escuchamos no lo podemos describir bien, jamás había escuchado algo así", explica.

"Fue bastante fuerte lo que escuchamos y lo que sentimos, porque sentimos cómo se movía la isla, fue estresante".

Cerca del aeropuerto se resguardaron en un hotel, y alcanzaron a ir por algunos víveres a un supermercado. Desde ahí, David mandó un último mensaje a su familia, antes del tsunami y de que se perdieran todas las comunicaciones con la isla.

"El volcán acaba de hacer erupción muy fuerte y están lloviendo piedritas () todo es muy incierto hasta ahora, pero estamos bien", dijo, y luego no tuvieron comunicación con su familia por más de un día, hasta que la Embajada británica les prestó por unos segundos un teléfono satelital.

Por salir corriendo de su casa, perdieron sus ahorros, además de que los productos se encarecieron.

"Conseguir agua era difícil y caro", agrega Leslie, quien también vivió el sismo de 2017 en la Ciudad de México.

Los mexicanos lograron salir de Tonga en el primer vuelo comercial tras la catástrofe.

Para el 25 de enero, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) informó que ya se encontraban en Nueva Zelanda y ayer viajaron hacia Dubai, desde donde tomarán un vuelo que los traerá a la Ciudad de México mañana.

"Estamos cansados física y emocionalmente por todo lo que ha sucedido en estas últimas semanas, pero ya de camino a casa", dijo David a REFORMA.

"Bastante agradecidos por todo el apoyo recibido, por familiares, amigos y la Secretaría de Relaciones Exteriores".