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El concierto de U2 volvió loco al sur de la ciudad de México: Calzada de Tlalpan y avenida Miramontes con tránsito pesado y el tren ligero, inaccesible.
Alrededor del coloso de Santa Úrsula patrullas cerraban calles, haciendo imposible el tránsito vehicular, mientras la gente inundaba el dos veces mundialista estadio Azteca.
A las 21:00 horas, en el recinto la gente mantenía buen ánimo, formando olas que se desvanecían antes de lograr una vuelta completa. Quince minutos después comenzó la rechifla que hacía evidente la desesperación para que ya diera inicio el concierto, por el que muchos esperaron cinco años, tiempo que llevaba la banda sin pisar México.
El tiempo se destrozaba en la pantallas, pues en ella se iba desbaratando el reloj proyectado y que marcaba que el tiempo había llegado. Faltando 15 minutos antes de las 22:00 horas, “Cielito lindo” fue el parteaguas que marcó la entrada del cuarteto irlandés y poco después el estadio parecía un cielo subterráneo con luces tintineantes que parecían estrellas.
Arrancaron con el tema “Even better than the real thing” y mientras tocaban “Get on your boots” comenzaron a moverse los puentes adheridos al escenario, por donde minutos antes había llegado la banda y que ahora servían para aproximarse al público, mientras que Bono se dirigía a la gente que estaba a sus espaldas.
Desde cualquier ángulo podían apreciarse los detalles que ocurrían en el escenario, gracias a la pantalla de 360 grados colocada en el centro de “La garra”, construcción que servía de área para el escenario.
“Mysterious way” fue uno de los temas que la gente coreó acompañando a la banda, mientras que el vocalista se dirigió a uno de los costados del estadio y pidió al público que moviera los brazos de un lado a otro.
Con “Elevation”, U2 puso a saltar con los brazos extendidos a los fans de la planta baja del escenario, imitando a los integrantes de la banda que hacían lo mismo desde “La garra”.
Instantes después, casi la totalidad del estadio entonó “Happy birthday” en honor de Bono, quien el martes cumplió 51 años de vida.
“Muchas gracias por recibirnos de nuevo”; fueron las palabras de Bono. Comentó que el escenario montado hacía referencia a una máquina del tiempo, la cual había regresado a la fecha de su cumpleaños, en especial, por ser el Día de las Madres.
El vocalista refrendó que no existe fuerza política, económica o poder alguno que pueda vencer la fortaleza del pueblo mexicano. Por medio de una joven del público, llamada Mariana, Bono le hizo leer un poema, lo que antecedió a “Beautiful day”, para enmarcar la jornada.