El presidente de Ecuador Rafael Correa (C) habla junto a los cancilleres de Ecuador Ricardo Patiño (I) y Venezuela Nicolás Maduro (D) durante el inicio de un consejo extraordinario dede la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) convocado para analizar las tensiones por el asilo concedido a Julian Assange, fundador de WikiLeaks. (AFP)

El canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, expresó este sábado su apoyo a Ecuador ante las tensiones por el asilo concedido a Julian Assange, creador de Wikileaks, al considerar que se trata de un asunto en el que está en juego el "respeto al derecho internacional".

"Estamos pendientes, muy pendientes de que esta amenaza no se concrete, que se respeten los derechos humanos de Julian Assange", dijo Maduro al hacer referencia a la denuncia de Ecuador de que el Reino Unido le advirtió que podría ingresar a su embajada en Londres para detener al fundador de Wikileaks.

Maduro participa la noche de este sábado en el puerto de Guayaquil en un consejo político extraordinario de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) convocado para analizar esa situación.

"Esto no es un conflicto bilateral entre dos países, está en el centro el respeto al derecho internacional, el respeto al derecho humanitario y el respeto a las embajadas y los cuerpos diplomáticos", señaló Maduro.

"Hemos reaccionado desde el mismo segundo en que conocimos la noticia. Cuando un hermano es amenazado tenemos que reaccionar para protegerlo", añadió.

Los ministros de Relaciones Exteriores del ALBA deben emitir una declaración final en una rueda de prensa al término de su reunión este mismo sábado.

El ALBA es una alianza subregional de países conformada a instancias del presidente venezolano Hugo Chávez y está integrada además por Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominica, Ecuador, San Vicente y las Granadinas, y Antigua y Barbuda.

El domingo se reunirán también en Guayaquil los cancilleres de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur), convocados por el mismo caso, y el próximo 24 de agosto harán lo propio los de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington.