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Dejan casi 40 muertos ataques aéreos de EU en Irak y Siria

Los ataques fueron en respuesta a un bombardeo que mató a 3 soldados estadounidenses en Jordania. Crédito: Especial.
Bombardeos de Estados Unidos, en respuesta al ataque de su base en Jordania, dejan al menos 23 muertos en Siria y 16 más en Irak
sábado, 3 de febrero de 2024
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BAGDAD, IRAK

/REFORMA / AGENCIAS

Los ataques aéreos de Estados Unidos, que incluyeron bombarderos B-1 pilotados desde Texas, dejaron casi 40 muertos en Siria e Irak, de acuerdo con reportes preliminares.

Al menos 23 combatientes proiraníes murieron en el este de Siria, dijo Rami Abdulrahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, organización que informa de la guerra en ese país.

Mientras que en Irak, el Gobierno reportó 16 muertos y al menos 25 heridos, entre ellos civiles.

Estados Unidos informó que se trata de una represalia al ataque del 28 de enero en una base en Jordania, cerca de la frontera siria, donde murieron tres militares norteamericanos, y cuya agresión atribuyó a grupos respaldados por Irán.

Como respuesta, anoche atacó 85 objetivos en 7 instalaciones en Irak y Siria, durante unos 30 minutos, y se utilizaron más de 125 municiones de precisión, según autoridades estadounidenses.

Algunos ataques fueron desde bombarderos B-1B que partieron ayer mismo de la Base de la Fuerza Aérea Dyess, en Texas, y volaron más de 9 mil 600 km (6 mil millas).

Entre los objetivos alcanzados estuvieron centros de operaciones de comando y control, centros de inteligencia, cohetes y misiles, almacenes de almacenamiento de vehículos aéreos no tripulados e instalaciones de cadena de suministro de municiones y logística utilizadas por grupos de milicias respaldadas por Irán.

Se esperan más operaciones militares estadounidenses en los próximos días, pues se trata de una escalada para disuadir a grupos respaldados por Irán en todo el Medio Oriente.

El Ejército estadounidense entró en acción poco después de la llegada a su país de los restos mortales de los tres militares fallecidos en Jordania, acto solemne al que asistió el Presidente Biden.

Los ataques intensificaron un conflicto que se ha extendido a la región desde que estalló la guerra entre Israel y Hamas tras el mortífero ataque del grupo militante palestino el 7 de octubre.

El Portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Nasser Kanaani, dijo en un comunicado que los ataques representaban "otro error arriesgado y estratégico de Estados Unidos que solo provocará un aumento de la tensión y la inestabilidad en la región".

Irak también condenó los ataques e indicó que las zonas bombardeadas por la aviación estadounidense incluían lugares donde sus fuerzas de seguridad están estacionadas cerca de localidades civiles.

El Teniente General estadounidense Douglas Sims, director del Estado Mayor Conjunto, dijo que los ataques parecían haber tenido éxito, al provocar grandes explosiones secundarias cuando las bombas alcanzaron armamento militante.

Los ataques se llevaron a cabo a sabiendas de que probablemente habría víctimas entre las personas que se encontraban en las instalaciones, agregó.

A pesar del bombardeo reciente, el Pentágono aseguró que no quiere la guerra con Irán y que tampoco cree que Teherán la quiera, cuando ha aumentado la presión republicana sobre el Presidente Joe Biden para que dé un golpe directo.

Irán, que respalda a Hamas, ha tratado de mantenerse al margen del conflicto regional aunque apoya a grupos que han entrado en liza desde Líbano, Yemen, Irak y Siria, el llamado "Eje de la Resistencia", hostil a los intereses israelíes y estadounidenses.

El Secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, dijo tras los ataques que Biden había ordenado más medidas contra la Guardia Republicana Iraní y sus socios.

"Este es el comienzo de nuestra respuesta", advirtió.

"No buscamos el conflicto en Oriente Próximo ni en ningún otro lugar, pero el presidente y yo no toleraremos ataques contra las fuerzas estadounidenses", añadió Austin.

La Casa Blanca afirmó que Estados Unidos había informado a Irak antes de los ataques. Bagdad sostuvo que la afirmación estadounidense de coordinación con las autoridades iraquíes era "infundada".

El Ministerio de Asuntos Exteriores sirio afirmó que Estados Unidos estaba alimentando el conflicto en la región de una "forma muy peligrosa".

Ayer, el Presidente de Irán, Ebrahim Raisi, afirmó que su país no iniciará una guerra, pero "responderá con firmeza" a cualquiera que lo intimide.

Hamas condenó los ataques estadounidenses y dijo que Washington estaba echando "combustible al fuego".

"La ocupación de ciertas partes del territorio sirio por las fuerzas norteamericanas no puede continuar más", denunciaron las Fuerzas Armadas de Siria.

Unos 900 soldados estadounidenses están desplegados en Siria y otros 2 mil500 en el vecino Irak como parte de una coalición internacional antiyihadista creada para combatir al grupo Estado Islámico (EI), que hace casi diez años llegó a controlar amplias zonas de ambos países.

La derrota del grupo EI fue anunciada en 2019 en Siria y en 2017 en Irak, pero la coalición se mantuvo para luchar contra células yihadistas que siguen llevando agresiones.

Desde mediados de octubre, más de 165 ataques con drones y cohetes han tenido como objetivo a las fuerzas estadounidenses desplegadas con la coalición antiyihadista, pero ningún militar norteamericano había muerto hasta el 28 de enero en Jordania.

Reivindicados en su mayor parte por una nebulosa de combatientes de grupos proiraníes que se autodenominan "Resistencia Islámica en Irak", estos ataques se han multiplicado desde el inicio de la guerra en Gaza entre el movimiento islamista palestino Hamas e Israel, este último, estrecho aliado de Estados Unidos.

 

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