Vida  /  Salud
0
Votos
Nota Aburrida
Nota Interesante
Hígado graso no alcohólico: Conoce sus causas

Los padecimientos hepáticos en México representan la cuarta causa de muerte y, a nivel mundial, afectan a poco más de un tercio de la población.
lunes, 16 de octubre de 2023
Comparte esto en Facebook
Comparte esto en Twitter
Comparte esto en Digg
Enlarge Font
Decrease Font

Agencia/Reforma

Los padecimientos hepáticos en México representan la cuarta causa de muerte y, a nivel mundial, afectan a poco más de un tercio de la población, específicamente, al 38 por ciento.

En cuanto a gasto por enfermedad, también se encuentra entre los de más alto costo, advierte la regiomontana Úrsula Monserrat Martínez Garza.

La investigadora del Early Cancer Institute de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, comparte que uno de los mayores factores de riesgo para presentar hígado graso no alcohólico es la obesidad, y que ésta impacta ya a un billón de personas en el planeta.

Por ello, continúa, es vital prevenir y atender esta enfermedad en etapas tempranas, de lo contrario, puede evolucionar de la esteatosis simple a la esteatohepatitis, a la cirrosis e, incluso, al cáncer hepático.

"Sabemos, por ejemplo, que las personas con hígado graso no alcohólico tienen 60 por ciento de mayor riesgo de desarrollar esteatohepatitis, que se caracteriza por inflamación y daño en el hígado, resistencia a la insulina y muchas perturbaciones importantes", detalla la Doctora en Biomedicina por la Universidad de Barcelona.

"También sabemos que el 22 por ciento de quienes ya tienen esteatohepatitis, puede desarrollar cirrosis, donde se hace necesario un trasplante de hígado, y también pueden llegar a presentar cáncer hepático".

La también licenciada en Nutrición, con maestría en Nutrición y Metabolismo, explica que a menudo, la enfermedad del hígado graso no alcohólico es silenciosa: no presenta síntomas.

Pero si identificamos que tenemos factores de riesgo será necesario hacer modificaciones al estilo de vida. ¿Cuáles son estos factores? Sobrepeso u obesidad Sedentarismo Deficiente calidad de sueño Altos niveles de estrés Dieta alta en grasas y azúcares "Estas modificaciones (al estilo de vida) deben realizarse con la guía de un profesional de la salud para prevenir complicaciones.

El padecimiento debe ser trata do de manera integral".

La especialista dice que las personas que toman cierto tipo de medicamentos constantemente, también deberían hacerse estudios anuales con regularidad para confirmar que la salud de su hígado es favorable.

"Cuando por un tiempo prolongado hay una dieta inadecuada, sobrealimentación y obesidad, el tejido adiposo acumula lípidos, se expande y se inflama".

Después de un tiempo, otros órganos como el hígado también comienzan a almacenar grasas.

"Si más del 5 por ciento del peso del hígado contiene grasa, entonces se considera un hígado graso no alcohólico", puntualiza.

Para prevenir el inicio del daño hepático o revertirlo en las primeras etapas, Martínez Garza recomienda mantener un adecuado consumo de fibra, consumir carbohidratos complejos (cereales integrales), frutos rojos, verduras y frutas, porque son altos en prebióticos y compuestos antioxidantes.

"La idea es mantener un entorno antiinflamatorio y antioxidante en nuestro cuerpo, un nivel adecuado de vitaminas C, D y E y cuidar la salud de nuestra microbiota intestinal, al consumir probióticos que podemos encontrar en alimentos fermentados.

"Todo esto, además de la caminata y el ejercicio, puede ayudar a disminuir la grasa en el hígado".

Explora hígado y alimentación

El campo de acción de Úrsula Monserrat Martínez Garza es la exploración del hígado, su metabolismo y los efectos de la sobrealimentación y la obesidad en este órgano.

Con un equipo de investigadores de talla mundial, en el Early Cancer Institute de la Universidad de Cambridge, Reino Unido, está en busca de innovadoras terapias moleculares y nutricionales para tratar las enfermedades que lo aquejan, porque ahora no las hay.

"Lo que estamos investigando es cómo este órgano utiliza las grasas, los carbohidratos y la energía en diferentes etapas del desarrollo humano, desde la fetal hasta la adulta", menciona.

"Queremos ofrecer nuevas terapias que impliquen el desarrollo de dietas que permitan modificar la expresión de los genes y aumentar la actividad hormonal para mejorar el perfil de lípidos y la sensibilidad a la insulina, así como la pérdida de peso, todo esto para aminorar la condición de obesidad, diabetes e hígado graso no alcohólico".

Agrega que investigaciones recientes indican que en este último padecimiento se detectan mutaciones en genes en el hígado que provocan la pérdida o el aumento de sus funciones, lo cual es uno de los factores principales para el cáncer hepático.

"Actualmente, en la Universidad de Cambridge, lo que intento descubrir es por qué surgen esas mutaciones durante la enfermedad crónica hepática y cómo afectan, para luego, en colaboración con empresas y otras instituciones, generar tratamientos que prevengan el cáncer de hígado o lo traten desde etapas muy tempranas".

Úrsula dice que en unos años, cuando esta realidad se concrete, le encantaría traer esas líneas de investigación a México, y poder ofrecer tratamientos moleculares y nutricionales que influyan en un cambio favorable en el sistema de salud nacional.

 

Opina sobre este artículo

Nombre   Email  
Título
Opinion