La película 'Close' llegará a los cines este jueves, y a la plataforma Mubi, el 21 de abril. Foto: Cortesía

Cd. de México (01 marzo 2023).- Emocionalmente, para estrujar a la audiencia, una implosión es más poderosa que una explosión, opina el cineasta belga Lukas Dhont, autor de Close, nominada al Óscar como Mejor Película Internacional.

Los personajes de su filme, un elegante, delicado y a la vez brutal drama sobre las amistades rotas, la pérdida de inocencia y las expectativas sociales, se expresan en pantalla así: rompiéndose por dentro.

En sus rostros, ojos, bocas, manos, se atisban sufrimientos, se esconden emociones, así como vergüenza, dolor y culpa contenidos al máximo.

"Obviamente, vemos los rostros de estos personajes, sus cuerpos, pero ellos no necesariamente se expresan con explosividad. Quería hacer que (el público) viera su mundo interno.

"Con los actores a menudo trabajamos en mantener las emociones en el cuerpo, en los ojos, pero no exteriorizarlos del todo. Con música, edición, continuamos en esa línea, elegante.

Sí, hablamos de cosas importantes, pero tratamos de contenernos", explica el realizador, en videollamada.

La película, aclamada por la crítica y ganadora del Gran Premio del Jurado en el Festival de Cine de Cannes, posa su mirada en Léo (Eden Dambrine) y Rémi (Gustav De Waele).

Ambos de 13 años, prácticamente vecinos en la Bélgica rural, son amigos que lo saben todo uno del otro y se necesitan para lo importante y lo más banal.

Cuando comienzan la preparatoria, a algunos estudiantes les parece extraña su particular cercanía, sus dulces demostraciones físicas de fraternidad, su pureza.

"¿Ustedes están juntos?", les pregunta de golpe una niña, pero habla por muchos, y con ese cuestionamiento comienza a resquebrajar el tierno e inocente vínculo de Léo y Rémi.

"Si me pides hacer un sumario de lo que quería tocar en la película, diría que era sobre ese quiebre, esa fractura entre la infancia y la pubertad.

A veces, cuando queremos pertenecer a algo, traicionamos partes de nosotros; más si somos jóvenes y despistados.

"Y el que rompe al otro acaba igual de roto también. Son esos momentos frágiles en la vida cuando nos enfrentamos a esta sociedad, que nos quiere dividir en cajas, en códigos, con sus expectativas y presiones".

La profundidad de Close recae en la sensibilidad de Dhont, quien a sus apenas 31 años y con este, tan sólo su segundo largometraje tras la aplaudida cinta Girl, se reconfirma como el autor de moda en el cine europeo.

El realizador asegura que el filme surgió, primero, de los recuerdos del niño que fue, temeroso de intimar con los demás y rápido para alejar a la gente de él, aunque el resultado fue más que eso.

"No sé dónde estoy, pero estoy en todas partes en esta película. Es 'yo' en todo el sentido de la palabra, pero la transformé, espero, en experiencias universales".

Dambrine y De Waele, debutantes, sin experiencia actoral previa, son el segundo ingrediente importante del drama, su química y transparencia.

Dhont los halló tras un laborioso proceso de audiciones en toda Bélgica en el que trabajó con casi 600 chicos en talleres que, cuando menos, duraban un día completo.

"Leyeron el guion, hablamos sobre él. Trabajamos por seis meses con ellos creando una familia, intimidad, conocimientos sobre los personajes, y, de pronto, les pedí que se olvidaran del guion.

Quería que vivieran, no que actuaran".

Close llega a cines mexicanos este 1 de marzo, además podrá verse en la plataforma MUBI a partir del próximo 21 de abril.