Los días de Adviento y Navidad conmemoran el nacimiento de Jesús y, a la vez, son días de reflexión de los tiempos pasados que nos han dejado una huella en la vida.

Es costumbre cristiana participar en el rezo del novenario para cada día de las posadas, así como las celebraciones de la tradicional pastorela y las fiestas navideñas del 24 y 25 de diciembre, de fin de año y de la Epifanía.

Una forma de enmarcar la época es escuchando las creaciones que los grandes músicos nos legaron para esta ocasión.

Muchos villancicos que hemos escuchado y cantado en los días de diciembre provienen de diferentes países y épocas, como aquel atribuido al místico alemán Heinrich Seuce llamado "In dulci jubilo" que se la oyó cantar, según cuenta una leyenda, a unos ángeles que bajaron del cielo y bailaron con él para aliviarle de sus penas terrenales.

La melodía se volvió tan popular con el paso de los años que músicos como Dietrich Buxtehude, Franz Liszt y J. S. Bach usaron esta melodía.

Hoy en día se encuentra dentro del repertorio popular navideño. La letra inicia así: "Alégrate oh buen cristiano, con el corazón, alma y voz.

Presten atención a la Buena Nueva! Jesús nació hoy".

La famosa canción "Noche de Paz", compuesta a principios del siglo 19 por Joseph Mohr y Franz Gruber, tiene también muchas leyendas y es tan universal que la pieza fue cantada en forma conjunta por los soldados alemanes y británicos durante la tregua de Navidad, en la Primera Guerra Mundial.

El "Magnificat" es la canción de alabanza que la Virgen María realiza cuando visita a su prima Isabel, tras el saludo del Ángel anunciándole que iba a ser madre del Salvador.

Varios compositores han escrito música para esta página del Evangelio de San Lucas, que podemos escuchar en época de Navidad. Destacan los maestros Orlando di Lassus, Antonio Vivaldi, Durante/Pergolesi, W. A. Mozart y Arvo Pärt.

Pero la que podemos apreciar con más excelsitud es la de J. S. Bach. Este músico escribió e interpretó la obra para la época de Adviento y originalmente incluía cuatro himnos de Navidad.

El "Magnificat" tiene coros y arias, entrelazadas cada una de ellas con maravilloso colorido. El comienzo es el más festivo y brillante que Bach haya escrito, en que las tres trompetas que integran la orquesta ejecutan arpegios de tríadas que representan la majestad de la Santísima Trinidad, dando entrada al coro que inicia el canto: "Magnificat anima mea Dominum" (Mi alma glorifica al Señor).

El "Oratorio de Noël", de Camille Saint-Saëns, es una obra escrita en 1858 y comienza con un Preludio al estilo Bach, donde el órgano hace una introducción que nos ambienta inmediatamente al nacimiento de Jesús; luego las cuerdas ejecutan un tema nostálgico y bello que adorna las voces de los coros, arias y ariosos.

La obra termina con un canto coral que alaba a Dios y a toda su creación.

Un oratorio muy famoso por su frecuente interpretación en las salas de conciertos es "El Mesías", de G. F. Händel, compuesta en Londres en 1741.

Esta obra se acostumbra escuchar en Adviento, aunque también se puede interpretar en cualquier temporada, ya que no sólo habla de la Natividad de Jesús, sino de toda su vida en la Tierra.

Este oratorio consta de tres actos: el primero anuncia la venida de Cristo, con gran expresividad y regocijo. La segunda parte se habla de la Pasión, la Resurrección y la Ascensión, el cual finaliza con el famoso "Hallelujah", engalanado por el coro, trompetas y timbales.

En la tercera parte, se relata la victoria de Cristo ante la muerte, el Juicio final, terminando con un gran "Amén".

Otra obra recurrida para interpretarse en las grandes salas de concierto es el gran "Oratorio de Navidad". de J.S. Bach. Es una obra de gran magnitud y formada por seis cantatas.

La primera habla del día de Navidad; la segunda relata al ángel que se aparece a los pastores en el campo. La tercera, los momentos en que los pastores acuden al pesebre a conocer al Niño y regresan al campo glorificando a Dios.

El resto de la obra celebra el Año Nuevo, la Circuncisión y la Fiesta de Epifanía. Magnífico oratorio donde, a diferencia de las Pasiones, Bach introduce los timbales y las trompetas a la orquesta para darle a la obra un toque festivo.

El Cascanueces es un cuento, original del autor Ernst Theodor Hoffman llamado El cascanueces y el rey de los ratones, transformado en ballet por P. I. Tchaikovsky.

Obra muy conocida a nivel mundial, sobre todo la versión de la suite del mismo autor. El Ballet fue estrenado en diciembre de 1892 y se ha conservado la costumbre de interpretar la suite en época navideña.

El "Ave María" ha sido usada en diferentes festividades, sin embargo, este género también se aplica en época de Navidad. Aparte de la conocidísima obra de Franz Schubert, podemos citar el "Ave María" de Bach/Gounod, cuya armonía lo forma el Preludio #1 en Do mayor del Clavecín bien Temperado de J. S. Bach.

Se recomienda para esta época escuchar la bellísima "Ave María" de Tomás Luys de Vitoria y el compuesto por Sergei Rachmaninoff.

Miguel Bernal Jiménez, por su parte, es considerado como el gran exponente mexicano de la música sacra del siglo 20. De este compositor podemos apreciar las obras "Ave Gratia Plena", la Sonata para Navidad para órgano y la pastorela "Navidad en Tierra Azteca" cuyo "Aleluya", a manera fugada, fue escrita con gran júbilo y maestría.

Se recomienda igualmente escuchar la misa "Hodie Christus Natus Est", de G. P. da Palestrina; la obra para órgano "O Jesu mi dulcíssime" de G. Frescobaldi; la "Canción de Cuna" de W. A. Mozart; las "Vísperas de Navidad" de M. Praetorius y "Greensleaves", de autor anónimo, con arreglo para laúd de Francis Cutting.

Lo anterior forma una pequeña parte del repertorio de música clásica para los días de Navidad que podemos descubrir y apreciar de diversos compositores de todas las épocas y llegan hasta nuestros corazones con la misma frescura y sentimiento navideño que cuando fueron escritos.