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Regresa 'Physical' con una Rose Byrne más empoderada

La segunda temporada de 'Physical', protagonizada por Rose Byrne, regresa con más empoderamiento y mucho ritmo; se transmite por AppleTV+. Foto: Cortesía AppleTV+
Physical inició como el relato de Sheila Rubin (Rose Byrne), una sumisa y confundida ama de casa que encuentra en los aeróbics un escape a sus presiones personales
martes, 31 de mayo de 2022
Por: Juan Carlos García
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Agencia / Reforma

Cd. de México (31 mayo 2022).- Physical inició como el relato de Sheila Rubin (Rose Byrne), una sumisa y confundida ama de casa que encuentra en los aeróbics un escape a sus presiones personales, y se convirtió en la exposición de una mujer que se abre paso en los negocios de videos de ejercicios y desea ser la dueña de su propia vida.

Para su segunda temporada, la cual inicia este viernes con la transmisión del primer episodio en AppleTV+, la creadora, Annie Weisman, y la protagonista, Byrne, se sumergieron más en la condición de las mujeres en los 80 y su deseo de autosuficiencia.

"Sheila era una mujer muy insegura que resurgió de sus conflictos y supo imponerse a los deseos de su esposo, y tomando en cuenta que es en los 80, es admirable la evolución que tiene, porque ya es dueña de su propia voluntad", especificó Byrne.

"Son extracciones de mi vida personal, de experiencias que tuve o que aprendí de cerca y, sin duda, Sheila es una mujer empoderada por el hecho de confiar en sí misma y de descubrir en su potencial, su propia supervivencia", expuso Weisman.

El personaje principal vivió a expensas de los deseos de su esposo Danny Rubin (Rory Scovel), un aspirante a político que no da una, y siempre rodeada de las inseguridades que se volvieron razón de su complicidad con su amiga Greta (Dierdre Friel) y su "ex aliada" Bunny (Della Saba).

Progresó en su deseo de grabar videoclips con sus clases de ejercicios aeróbicos y, ya como toda una empresaria, se topa con competidores y gente que desea ponerle el pie, lo mismo que con su frustración por las incapacidades y el machismo de su marido.

"Esa voz interior que acompaña a Sheila la tenemos todos. Ensayamos un discurso importante para una junta de la oficina o lo que queremos decirle a los niños o cómo nos enfrentaremos al hombre que nos derrite: todos tenemos una voz interior que nos cuestiona cómo somos", apuntó Weisman.

Un galán de nombre John Breem (Paul Sparks), que la hace fantasear sin ruborizarse y sólo anhelar verlo con más frecuencia, es quien la obliga a cuestionarse todo lo que ha hecho últimamente en su poco convencional vida en San Diego.

"Si lo vemos desde un sentido pragmático, todo se vuelve un estudio sobre las relaciones de pareja y lo complejo que es pensar en un matrimonio donde ella termina siendo la exitosa y él, quien cuida a los hijos.

En los 80, qué difícil es, pero las parejas son para analizarse y saber hasta dónde dan", apuntó Scovel.

"Ambos aparentan ser una pareja idónea, pero distan de la realidad porque todos acostumbramos a presumir lo que es presumible. No son perfectos, y ella se debate entre dejarlo o seguir con él", añadió Byrne.

Entusiasmada, deseosa de reconocimiento y de amor fresco, Sheila se va involucrando en una red de pasiones que desconocía, e incluso se hunde en el desorden alimenticio.

Tanto ella como su esposo, viven situaciones de debilidad que los amedrentan por no reconocerse y al final de cada episodio, una rola de la época, ya sea de los Tears for Fears, Queen o Thompson Twins, anticipa el tono del siguiente.

"Como dice la canción de Olivia Newton John, o la de Dua Lipa 'let's get physical'", expresó Byrne.

 

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