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Jiddah, Arabia Saudita.-
/REFORMA
Casi a la par de que se realizaba la práctica 1 del Gran Premio de Arabia Saudita, un misil alcanzó las instalaciones de la petrolera Aramco.
Según los primeros reportes, podría ser un ataque Houthi.
En las últimas semanas la ciudad de Jeddah, donde se realizará el segundo Gran Premio de la temporada de Fórmula Uno, ha sufrido ataques, especialmente al sector energético, lo que había provocado controversia sobre si debería o no realizar la carrera.
La columna de humo se alcanzaba a ver desde el autódromo y el tráfico aéreo de la ciudad fue cerrado.
Curiosamente durante la práctica, Max Verstappen dijo a su equipo en la radio "que algo se estaba quemando", pero le informaron que no era su auto.
Aramco, uno de los principales patrocinadores de la Fórmula Uno, no ha dado su postura.
Sigue todo firme para el GP de Arabia Saudita
Las actividades del Gran Premio de Arabia Saudita continúan, pese al ataque con misiles a la planta de Aramco.
Después de la segunda práctica libre, los pilotos y jefes de las escuderías permanecieron en las instalaciones del circuito de Jeddah para reunirse con Stefano Domenicali, presidente de la Fórmula Uno, y con Mohammed Ben Sulayem, presidente de la Federación Internacional de Automovilismo, para llegar a un acuerdo sobre la realización de la calificación del sábado y la carrera del domingo.
"Hemos recibido plenas garantías de que la seguridad del país es lo primero. Nos sentimos confiados y necesitamos confiar en la autoridad local en este sentido.
Por lo tanto, por supuesto, continuaremos con el evento", comentó Domenicali.
Tras cuatro horas de junta, George Russell, conductor de Mercedes y presidente de la Asociación de Pilotos, acudió a las oficinas de control de carrera para comunicar la decisión a la que llegaron a los 20 volantes.
"Estaremos compitiendo", dijo Christian Horner, jefe de Red Bull, al abandonar la sala de juntas.
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