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MOSCU

/REFORMA

En medio de las crecientes tensiones con Occidente por Ucrania y la expansión de la OTAN hacia Rusia, el Presidente Vladimir Putin cuestionó recientemente a Estados Unidos sobre cómo reaccionaría si Moscú colocara misiles en México.

Occidente ha denunciado que Rusia está desplegando tropas militares en la frontera con Ucrania, lo que ha hecho temer una invasión, al tiempo que Moscú acusa que la OTAN se está acercando militarmente a sus fronteras, por lo que exigió garantías legales para descartar su expansión.

"Hemos dejado claro que el avance de la OTAN hacia el este es inaceptable", dijo Putin el jueves pasado en una conferencia de prensa.

"Estados Unidos está parado a nuestra puerta con misiles. ¿Es un requerimiento excesivo que no instalen sistemas de choque en nuestro hogar? ¿Cómo reaccionarían los estadounidenses si se colocaran misiles en su frontera con Canadá o México?".

Días después, el Mandatario ruso aseguró que su país tenía opciones "técnico militares" en caso de que no se cumplieran las garantías que pide.

Estados Unidos y sus aliados se han negado a entregar a Rusia las garantías que demanda, señalando que la OTAN tiene como principio fundamental darle membresía a todo país que lo solicite y cumpla con ciertas condiciones, en relación a Ucrania.

Acordaron iniciar conversaciones de seguridad con Rusia el próximo mes para abordar sus preocupaciones.

Putin dijo que las conversaciones con Estados Unidos se llevarán a cabo en Ginebra. Paralelamente, también se prevé la celebración de negociaciones entre Moscú y la OTAN y se esperan debates más amplios bajo los auspicios de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

En declaraciones transmitidas el domingo, Putin dijo que Rusia presentó las demandas con la esperanza de una respuesta constructiva de Occidente.

"No lo hicimos solo para verlo bloqueado ... sino con el propósito de alcanzar un resultado diplomático negociado que se fijaría en documentos legalmente vinculantes", expresó Putin.

Reafirmó que la membresía de Ucrania en la OTAN o el despliegue de armas de la alianza son una línea roja que Moscú no permitirá a Occidente cruzar.