El titular de la Procuraduría Federal del Consumidor, Ricardo Sheffield Padilla, dijo que el estímulo fiscal a gasolinas y diésel se aplicaría si se rebasa el precio en el que estaban los hidrocarburos al 30 de noviembre de 2018.

El titular de la Profeco explicó cómo funciona ese estímulo fiscal.

Señaló que el apoyo más alto que se ha dado en la actual administración fue en mayo de 2019 a la gasolina regular, y en ese mes fueron dos pesos; desde entonces no se ha utilizado ese apoyo.

“Hasta ahora no ha vuelto a entrar en estas fechas recientes este estímulo, pero estemos todos claros y tranquilos que este estímulo entra para evitar aumentos abruptos a los combustibles, a la gasolina, al diésel”, destacó.

Sin embargo, si continúa aumentando el dólar o el precio del petróleo, “pudiera ser que vuelva a utilizarse”.

Explicó que el precio base se construye con el precio internacional del petróleo, la logística por el traslado de ese crudo a las refinerías, los volúmenes de las gasolinas y el margen de los mayoristas; así como el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) y el Impuesto al Valor Agregado (IVA).

El procurador indicó que el tipo de cambio del dólar y el precio del petróleo “son dos factores muy importantes que influyen directamente en el precio de referencia en México, y que todos los ciudadanos lo vemos con frecuencia”; agregó que a ese precio base se le ha aumentado el promedio de la inflación de 2019 y de 2020.