El jet privado Gulfstream IV matrícula N40VC, propiedad de Prime Jets, despegó del aeropuerto de Teterboro en Nueva Jersey, con el General Salvador Cienfuegos a bordo. Llegó a Toluca a las 18:40 hrs. Foto: Especial

Cd. de México (19 noviembre 2020).- Libre, sin cargos de narcotráfico, el General Salvador Cienfuegos llegó ayer por la tarde al Aeropuerto Internacional de Toluca y durmió en su casa particular.

Su arribo fue a las 18:40 horas en el avión privado Gulfstream IV, matrícula N40VC, procedente del Aeropuerto de Nueva Jersey.

Ocho minutos después, el General de División en Retiro descendió de la aeronave, vestido de ropa formal y corbata, y fue conducido a una sala privada en las oficinas del hangar de la Fiscalía General de la República (FGR), donde le practicaron un dictamen médico que certificó que su estado de salud es favorable.

Posteriormente le notificaron que existe una investigación penal en la que se encuentra involucrado, basada en la información proporcionada por autoridades estadounidenses.

"El General Cienfuegos se dio por notificado", dijo la FGR en un comunicado, "y proporcionó toda su información personal y de contacto, incluyendo domicilio y teléfono celular, donde puede ser localizado y citado para las diligencias a que haya lugar y ordene el Ministerio Público de la Federación, manifestando su total disposición de atender los requerimientos propios de la investigación.

"A las 19:12 horas", agregó, "el General Cienfuegos Cepeda se retiró de las oficinas de la FGR en el hangar de Toluca, Estado de México, terminándose así las diligencias ministeriales correspondientes".

El ex titular de la Sedena volvió a su casa después de 33 días de haber permanecido en prisión en Los Ángeles y Nueva York, acusado de proteger a Juan Francisco Parón Sánchez, ex operador de la organización criminal de los Beltrán Leyva y líder del llamado Cártel H-2.

Ayer por la mañana, la sala del tribunal en Brooklyn permaneció en silencio cuando el General llegaba escoltado por dos oficiales.

Cienfuegos, quien portaba un traje oscuro, se sentó junto a su abogado Edward Sapone.

La jueza Carol B. Amon abrió la sesión aclarando que la orden de desestimación por narco y corrupción provenía de los más altos funcionarios federales.

El fiscal Seth DuCharme reconoció que la orden procedía directamente del Fiscal General de Estados Unidos, William Barr, y aunque aseguró que el caso era sólido, justificó que fue una negociación política.

En 13 minutos, la jueza Amon firmó la orden para desestimar los cargos por conspiración criminal, lavado de dinero y narcotráfico.

Cienfuegos dejaba la cárcel de Nueva York. Diez horas más tarde, abría las puertas de su casa en el norte de la Ciudad de México.