AGENCIA / EFE
Una brigada especializada del Ejército de Estados Unidos llegará a Colombia en los próximos días para brindar asistencia en el combate contra el narcotráfico en las zonas más golpeadas por la violencia, la criminalidad y la pobreza en el país sudamericano.
De acuerdo con el anuncio emitido por la Embajada de Estados Unidos en Colombia, la brigada de Asistencia de Fuerza de Seguridad (SFAB) irá a "ayudar" en la lucha contra los traficantes de narcóticos.
Se tratará de la primera ocasión en la que este colectivo militar -que se instituyó en febrero de 2018- trabajará en colaboración con una nación de América Latina.
"(Esta decisión) reafirma una vez más el compromiso de los Estados Unidos con Colombia, su mejor aliado y amigo en la región", abundó el comunicado.
Asimismo, la diplomacia de la Unión Americana aseguró que el envío de la SFAB también aportará -dentro de un marco de respeto a la soberanía colombiana- a restablecer la "paz regional".
Craig Faller, comandante en jefe del Comando Sur de Estados Unidos, subrayó que la operación tendrá como objetivo salvaguardar la "promesa duradera de defender los ideales y valores compartidos".
La SFAB comenzará sus labores de asesoramiento y ayuda en Colombia, que tendrán una duración de varios meses, a principios de junio.
Además, detalló el documento de la Embajada, se limitarán a operar dentro de las demarcaciones establecidas por el Gobierno del Presidente Iván Duque.
El proyecto colaborativo se desarrollará en cinco regiones del país: el Pacífico nariñense, el Catatumbo, el Bajo Cauca, el sur de Córdoba y el departamento de Arauca.
En estos sitios se han reportado los mayores cultivos de cocaína en el territorio.
Carlos Holmes Trujillo, Ministro de Defensa colombiano, y Luis Fernando Navarro, comandante de las Fuerzas Militares -que se encuentran actualmente bajo investigación sobre presunto espionaje a políticos y periodistas-, han expuesto que la lucha contra el narcotráfico es uno de los ejes prioritarios de la Administración de Duque.
Igualmente, enfatizaron que esta política es compartida y celebrada por Washington ya que, dijeron, el tráfico de drogas es uno de los motores principales de la violencia que afecta a las comunidades.