REFLEXIÓN DOMINICAL

Antonio Fernández

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El Corazón bien nacido es agradecido

…” Jesús se detuvo y ordenó que se lo trajesen; y cuando él se hubo acercado, le pregunto: ¿Que deseas que te haga? Dijo: ¡Señor, que reciba yo la vista! “ … ( Lc 18, 40 )
domingo, 23 de febrero de 2020
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La parábola de los viñadores homicidas muestra el divino Maestro tener conocimiento de lo que iba a padecer, siendo primordial en Él, cumplir la voluntad de su amado Padre, de manera clara dio a saber al terminar la parábola; …” Finalmente les envió su Hijo, diciendo; “Respetarán a mi Hijo” Pero los viñadores, viendo al hijo, se dijeron entre sí: esté es el heredero.

Venid, matémoslo, y nos quedaremos con su herencia “… La parábola no es complicada su comprensión, el Hijo es Jesucristo Nuestro Señor que el pueblo azuzado por el sanedrín le arrebata la vida, a pesar de tener conocimiento sobre su divinidad de Hijo de Dios.

Ejemplo ilustrativo para todo ser humano creado por Dios es reconocer, aceptar y valorar en toda la extensión de la palabra, que Cristo Nuestro Señor es para con Dios su Padre modelo y ejemplo de agradecimiento del Hijo, ¿Por qué lo es? San Pablo expone una de las muchas razones; … “Cristo se ha hecho por nosotros obediente hasta la muerte, y muerte de cruz “… Desde que el Espíritu Santo deposito al Hijo de Dios en los brazos de María en el pesebre de Belén, fue de Él todo alabanza, reconocimiento y glorificación a su amado Padre, el cristiano católico aprende y comprende por el ejercicio de la fe y confianza en Jesucristo Nuestro Señor para bien del alma, que sus buenas obras son del agrado de Dios Padre la confesión de lealtad, devoción y observancia, obediencia, humildad y acatamiento hacia Él, siendo mayor su gozo cuando no solo es por la palabra-que es buen principio- sino por la obra, consecuencia de esa confesión que el mismo Dios se gloria corresponde a la fidelidad de los corazones fieles, a lo que por decir, dispara su misericordia infinita sabiendo el cumplimiento de la doctrina y mandamientos enseñados por su Amado Hijo su mismísima palabra que en todo momento de su peregrinación manifestó la razón de su presencia en el mundo.

Comienza adoctrinar el pueblo que vino a salvar del pecado, al que ilustro con razones, y argumentaciones basadas en la verdad que viene de Dios, mostro los prodigiosos milagros que solo Dios puede hacer, demostró la falsedad de las doctrinas, abusos y engaños de los sumos sacerdotes, escribas y fariseos al no reconocer la misericordia de Cristo Nuestro Señor, se escandalizo el sanedrín al perdonar los pecados, aduciendo que solo Dios puede hacerlo desconociendo su poder de perdonar los pecados, a pesar de que las gentes del sanedrín sabiendo que Jesucristo Nuestro Señor es el Mesías esperado enviado por Dios, no quisieron reconocer ni aceptar las pruebas y testimonios de su divinidad que dio a conocer; los conocimientos de las escrituras deducían que Jesucristo Nuestro Señor es el enviado anunciado por Dios, pero Israel lo rechazó y despreció, le persiguió y criticó, denunciado por los que deberían amarlo lo traicionaron con la acusación falsa de estar en entendimiento con los demonios, su rencor e inquina no descanso en vida del Señor y mientras el mal exista en el mundo continuará el odio surgido del corazón malo.


San Agustín expone el fundamento de las profecías; … “Como en los Libros de los profetas ciertas cosas se narran como acaecidas en el pasado al ser predichas como futuras, del mismo modo, para decir algunas cosas, lo hacen como expresando un deseo “… Esto precisamente es lo que Cristo Nuestro Señor dio a conocer por tres ocasiones diferentes, profetizo su muerte a los discípulos, les hablo de lo que le iba a suceder y al escucharlo se desconcertaron al no encontrar una justificación para morir como lo profetiza su Maestro, no comprendían porque va a morir un hombre que ha hecho tanto bien como los criminales en Israel, además, sabían que lo anunciado por el Señor se convertía en realidad, pues nunca dio una palabra vana o dicha con mentira, porque todo en Él es verdad.

Expreso el Señor su deseo de morir para redimir y morir para resucitar para salvación de las almas. Triste realidad es de al no hablar de la doctrina de la Iglesia, del Mandamiento Dios y los Santos Evangelios, menos se habla de las profecías que anunciaron la venida del Hijo de Dios al mundo, profecías que previenen a los siglos y a la vez indican el comportamiento para con Dios su Creador, porque vivir en el mundo es estar en permanente alerta a salvar el alma del pecado y cultivar la fe en el redil amoroso del corazón de Jesucristo Nuestro Señor.


El divino Salvador predice nuevamente su pasión con detalle, al paso de los siglos sorprende su claridad, disposición y entereza, determinación y valor para anunciar su muerte y más la forma que en pocas palabras narra a sus discípulos.

No se vean los hechos de la vida de Jesucristo Nuestro Señor como una historia lejana o una historia poco interesante o una historia que cansa, más bien es recapacitar sobre el fin y causa donde todos pasamos unos años por este mundo que es de prueba camino a la eternidad, ya que no hay otro, veamos en las palabras del Señor la culminación de su vida en este mundo es como inicio, padecer y sufrir, siendo igual en extremo que a su pasión, crucifixión y muerte vino el triunfo de la resurrección del Señor, sea motivo en el cristiano católico reflexionar si los actos de nuestra existencia van acordes al sacrificio ofrendado por Dios Nuestro Señor en favor de nuestra salvación; atrayendo a nuestra memoria la palabra que no se debe perder sino mantener viva en la memoria y en el entendimiento como el impulsor de nuestra voluntad a obrar bien y a evitar el mal, reza el Evangelista; …” Tomando consigo a los doce, les dijo: He aquí que subimos a Jerusalén, y todo lo que ha sido escrito por los profetas se va a cumplir para el Hijo del hombre.

Él será entregado a los gentiles, se burlarán de Él, lo ultrajarán, escupirán sobre Él. Y después de haberle azotado, lo matarán, y al tercer día resucitará “…Pongámonos en el lugar de los discípulos.

¿Qué sucede cuando uno de los padres anuncia a su familia que su enfermedad es un tumor maligno? En los hijos y parientes cercanos vendrán lágrimas, desesperación y tristeza, amargura y coraje en fin tantas y más son las sensaciones ante lo imposible, buscan soluciones que en realidad no lo son, rehúyen hablar de la muerte con quien padece la enfermedad terminal por no querer incomodar al enfermo, se acuerdan de pócimas, remedios y medicamentos, pero no de la situación de alma, sumergidos en el problema del cuerpo, temen la realidad que espera al enfermo, pero en nada se imita a Jesucristo Nuestro Señor, porque al quien está en camino a la muerte, por caridad y amor a Dios se tiene que ser claro con él a fin de que se prepare a bien morir, es lo último que tiene que hacer en este mundo y es muy importante que lo haga bien, y no amedrentarse a exponer su situación y entender que lo que le sucede Dios Nuestro Señor lo hace para redimir las almas del pecado, y su muerte es camino para entrar a los dos únicos caminos a toda alma que viene a este mundo; la salvación o la condenación de aquel empecinado en lo material no comprende que su estancia en el mundo es corta; en el caso del enfermo que hablamos, los hijos y parientes tratan de confortarlo a que olvide su enfermedad, hacen todo lo posible para que no se deprima; a Nuestro Señor Jesucristo ninguno de los discípulos lo conforto, se les hizo un nudo en la garganta, nada vino a su mente a consolarlo, nada hubo, temerosos no quisieron dar importancia a los que en su interior es gran importancia, no se hacen a la idea que su Maestro muera como les ha comunicado, para ellos que han convivido a su lado es bueno y caritativo, misericordioso y amoroso todo le resuelve, desean con fervor que lo expuesto por Él no sea realidad, pero lo escrito, escrito está, y lo dicho por Dios es verdad, el Evangelista da la razón; …”Pero ellos no entendieron ninguna de estas cosas; este asunto estaba escondido para ellos, y no conocieron de que hablaba “… El Señor a pocos días de su pasión, va a Jerusalén para no volver de ella, porque la redención ansiada por Jesucristo Nuestro Señor es el bien sublime y excelso en favor de las almas que han venido oren porque la preciosísima sangre del unigénito de Dios cumpla el deseo del Padre que ha unificado la bandera de la cruz, fuente de vida eterna.


El Señor anuncia a sus discípulos las palabras que nunca borraron de su mente el recuerdo de su pasión; …”He aquí que subimos a Jerusalén “ …El Evangelio revelara por el pasaje de su vida llamado: El ciego de Jericó, el milagro por el que lo cura de su ceguera, demostrando cómo y obra en el interior del alma pecadora el nacimiento del don de la fe, don que destierra del alma culpable, don que lo aleja de la ceguera, de las tinieblas que lo envuelven en el pecado.

Profundizando y aprendiendo en él Señor impulse el alma al remedio de las culpas e imperfecciones, flaquezas y maldades, porque cuando se es consciente de ello la mente se insensibiliza cayendo en el ofuscamiento nunca encontrará salida a sus culpas, no es una exageración decir que muchas personas viven esta situación, en muchas su vida interior es agobiante y desesperada por los males del alma no percibe que la solución está en si mismo cunado apartándose de las revolturas en que vive podrá, si lo quiere concentrar los valores del alma a la Catedra de fe que Cristo Nuestro Seños por su misericordia ilustra.

Reza el Evangelio; …” Cuando iba aproximándose a Jericó, un ciego estaba sentado al borde del camino y mendingaba “…Cuantas personas con esta condición vemos en muchos lugares de nuestras ciudades, en los barrios pobres o de gente bien, discapacitados afectados de sus facultades físicas y mentales suplicando ayuda, así era este hombre, uno de tantos que vivía de las limosnas, unos le darían por generosidad u otros por soberbia.

Cada una de estas personas discapacitadas tiene alma, sentimientos, amor como todo ser humano, quizá unos amargados por los males, otros humildes y sencillos soportan porque su interior está fortalecido por la fe, el Señor nos enseña a verlos y a ver en ellos a Cristo en su pasión, aprendiendo de ellos ganar los bienes del alma que a diario nos entrega, continua el Evangelio; …” Oyendo que pasaba mucha gente, preguntó qué era eso.

Le dijeron: Jesús, el Nazareno pasa “…Consideremos en este ciego a un hombre que nada tiene en su interior de la luz de la verdad, pero desea lograrla, porque ha llegado a un punto de su vida en que reconoce que esa ceguera de su alma viene de un acto malo que cometió y debe buscar como sanarla, Dice San Gregorio; …” Para esto es preciso que se le anuncie el paso de Jesús.

Y debe el ciego espiritual aprovechar esta oportunidad para pedir a Jesús en humilde ruego la vista espiritual, interesando en ello la misericordia del Salvador “… El Santo Doctor de la Iglesia en sencillas palabras da la solución práctica para curar nuestra ceguera.

La omnipotencia del Señor conoce en el alma del ciego la fe en Él, fe que sobresale de las multitudes que le rodeaba. Como flor en el desierto, debiera ser nuestra alma destacando en el desierto de mundo o ser luz en medio de la tempestad humana, será flor que embellezca el alma o luz que la ilumine por la confesión de nuestras miserias el deseo de enmienda como enseña Nuestro Señor; …” Buscad, pues, primero el reino de Dios y su justicia, y todo eso se os dará por añadidura “…
Vino en ese ciego un jalón en todo su ser al escuchar; …” Jesús, el Nazareno pasa “…En el acto su corazón se sobresaltó y diría a su interior; … ¡Señor perdón, perdón! ¡Ayúdame en mi vida que es infeliz, me reconozco que soy culpable! …Mas serían las suplicas y más las plegarias, pero Nuestro Señor dejo que el alma se exaltará y mostrara su convicción a la multitud que venía con Él; …” Y clamó diciendo: ¡Jesús, Hijo de David, ¡apiádate de mí! “… El avance de toda esa gente era en silencio, el murmullo de los que caminaban seria a hurtadillas, de modo que cuando el ciego empezó a gritar se escuchó claramente la exclamación que reconocía quien era Jesucristo Nuestro Señor, el origen de su descendencia que todo esta escrito en la escritura y muchos sobre todo los del sanedrín entendían la verdad que se clama y oprimiendo su estomago de disgusto callaban y cerraban sus ojos apretándolos de coraje; …” Los que iban delante, lo reprendían para que se callase, pero el gritaba todavía mucho más: ¡Hijo de David, apiádate de mí! “…Claro; … La verdad no peca, pero incomoda, y solita se acomoda … ¿Quiénes serian los que presionan al ciego a callar? Razones de callarlo era más que ciertas falsas, el ciego persistió su voz a mayor fuerza que ninguno pudo negar haber escuchado la aclamación que reconoce la divinidad del Señor, se entiende que este hombre lo hace para llamar su atención, pero quiso el Señor quedará conocida la realidad que clama, de ello enseña el Señor; … “Porque todo el que pide obtiene; y el que busca encuentra; y el que golpea, se le abre “ … Muchas almas conocen ser cierta su palabra pues lo han vivido en carne propia, comprendamos, no han sido almas comunes, han sido porque en ellas han asimilado el don de la fe, razón por el que Nuestro Señor Jesucristo concede el bien espiritual como fue en este ciego la respuesta a su oración, que bien vale la pena preguntarse; ¿Cómo supo este ciego que para trasladarse de un lugar a otro es complicado asistir al templo y escuchar la Escritura? La fe que guarda en el interior de su alma fue inspirada por el Espíritu Santo para dar testimonio a la divinidad del Señor.

La gente del pueblo no dio valor a sus expresiones minimizándolas y diciendo unos y otros: ¡Es un ciego, que va a saber! Lastima, los ciegos fueron casi todos los de la multitud, vieron y no creyeron, escucharon y no oyeron.


Conoce los pensamientos de cada persona de la multitud que da paso el Señor a la realización del portentoso milagro, todos quedaron enterados de la situación de ceguera de este hombre, sus aclamaciones, y son testigos de que el ciego aclama su divinidad, entonces la autoridad de Nuestro Señor Jesucristo dispuso; …” Jesús se detuvo y ordenó que se lo trajesen; y cuando él se hubo acercado, le pregunto: ¿Que deseas que te haga? Dijo: ¡Señor, que reciba yo la vista! “… El Señor recibe al ciego, confortados en nuestra mente hacemos un dibujo de y la narración del evangelista veamos la misma bondadosa compasión de Nuestro Señor cuando estamos frente a Él como esté ciego, humildes al confesar las culpas, delitos, deslices y omisiones, pero siendo perseverantes en la oración confiados esperamos el perdón.

Así, como fue en el ciego, lo sea en el cristiano católico arrepentido, Jesucristo Nuestro Señor se acerca y penetra el corazón dócil poniéndose a la altura de sus deseos le dijo; …” Y Jesús le dijo: Recíbela, tu fe te ha salvado “… El Señor a entrado en el alma de este ciego y lo sana primero del alma, la consecuencia fue para su cuerpo en compensación a su fe que sin duda la multitud escucho; …” Y enseguida vio, y lo acompaño glorificando a Dios.

Y todo el pueblo, al ver esto, alabó a Dios “…. Así obra el corazón bien nacido porque es agradecido.
hefelira@yahoo.com

 

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