El amigo de Facebook de Lizeth se convirtió en su novio y después... en su proxeneta.
La joven, de 19 años entonces, originaria de Tlaxcala, un estado históricamente relacionada con la trata de personas, pero fue en Querétaro donde la contactó el hombre que la victimizó, esto cuando ella vivía junto con su mamá.
Luego de establecer contacto a través de la red social, el sujeto, también originario de Tlaxcala, la enamoró, la llenó de detalles; a los pocos meses de comenzar la relación de noviazgo, la convenció de irse a vivir juntos.
La "luna de miel" duró ocho meses, ella no trabajaba, él se dedicaba a la compra y venta de autos y le brindaba todo lo necesario para su comodidad.
Un día todo cambió.

Su novio le dijo que estaba en problemas y necesitaba su ayuda para saldar una deuda, debía 150 mil pesos.
La trajo a la Ciudad de México y cuando llegaron le dijo que prestaría servicios sexuales a hombres en un hotel de la zona sur.
Lizeth escapó de su novio tres meses después de llegar a la Ciudad, cuando se dio cuenta que tenía a otras mujeres trabajando para él.

Se decepcionó, según narró.
Llamó a la Línea Nacional contra la Trata, el entonces 01- 800-5533-000, donde le hicieron saber que era víctima del delito y se le brindó orientación psicológica y apoyo jurídico para que interpusiera una denuncia, además se canalizó a un albergue.
"El enamoramiento es una de las formas de enganche que más usan los tratantes, se aprovechan de la vulnerabilidad de las mujeres en el tema amoroso y de comunicación con su familia para captarlas y más tarde explotarlas", explicó Salvador Guerrero Chiprés, Presidente del Consejo Ciudadano, a cargo de la operación de dicho canal de denuncia.