REFLEXIÓN DOMINICAL

Antonio Fernández

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La misericordiosa caridad de Cristo sin limite

…” ¿No debías, pues, tú también tener compadecerte de tu compañero, puesto que Yo me compadecí de ti? “… (Mt. 18, 30)
domingo, 3 de noviembre de 2019
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Así es, Dios Nuestro Señor nos presenta a su divino Hijo Jesucristo como el modelo de misericordiosa caridad, afirmemos nuestra fe y confianza en la palabra de Dios que en los Santos Evangelios significa es ganar a pulso la buena nueva de la salvación predicada por Cristo Nuestro Señor en su peregrinación por el mundo cumpliendo el mandato de su Amado Padre, siendo en el Sermón de la montaña donde da a conocer a la posteridad de los siglos la obra de su misericordiosa caridad que redimirá las almas pecadoras al impartir su enseñanza en las Bienaventuranzas, de la que tomamos para esta ocasión la que reza; …” Bienaventurados los pobres de espíritu, porque a ellos pertenece el reino de los cielos “…Los Santos Evangelios es la oración perfecta que viene de la mano de Dios a todos los siglos, en cada pasaje Cristo Nuestro Señor manifiesta la plenitud de su divina Majestad la caridad incansable de sembrador que no ceso en depositar la semilla de la fe y confianza a los corazones del pueblo de Israel al que vino a salvarlo del pecado a pesar de que este, cerrando alma, corazón y sus sentidos a su Catedra de amar y servir a Dios y al prójimo, Él continua la enseñanza que redime las almas entrega su promesa de salvación eterna donde la esperanza en todo siglo es ganar el Reino de los cielos.

En Cristo Nuestro Señor su palabra revela ser Él la verdad eterna, por lo que ha sido, es y continuará depositándose la fe y confianza de su promesa será en el cristiano católico aspiración sublime el empeño por obtenerla en su breve paso por el mundo, adhiriéndose con limpieza de miras y pureza de corazón a su promesa, despojarse el velo de la duda que acostumbran las personas en el mundo al de poner en duda toda promesa de Dios, lo que es una lamentable actitud que se ha hecho costumbre equivocada juzgar la palabra de Dios, sus comentarios confundidos falsean la verdad, errores que no saben ni se atreven enmendar entonces toman la ridícula postura de jugar al “si o no” con la palabra misericordiosa de Jesucristo Nuestro Señor, pero está se repite en el corazón cerrado como un eco que en muchas almas, como en la de esos incrédulos se anida en su corazón cada vez que se critica la palabra del Señor, luchan contra ella pero más se arraiga porque tiene una razón y un valor espiritual para nuestro confort, siempre dispuesta traspasará al corazón que lo desee y avivará el deseo de que brotará al conocer más la palabra y obra de su Señor como cuando sus discípulos lo escucharon: …”Soy Yo el camino, y la verdad y la vida; nadie va al Padre, sino por Mí “ ... ¿Qué ha enseñado? Apreciemos de su divina Catedra la misericordiosa caridad, advertimos que seremos juzgados en el último día por las obras de misericordia y de caridad sean espirituales como corporales, temporales y banales a través de la existencia terrena que el cristiano católico práctico.
Cristo Nuestro Señor posee la potestad de obrar su misericordia, siendo la caridad la mayor dignidad del Señor en favor del cristiano católico porque ambas vienen de Él y por lo tanto son infinitas, igual es su compasión y generosidad para el pecador al que resulta incomprensible en su la mente humana que no tiene los alcances que da la fe para valorar su divina misericordia, cuando se pierde la fe se pone trabas y razones sin sentido al caudal de bienes, gracias y dones que como Hijo de Dios recibe continuamente ese pecador al que le es complicado entender la necesaria disposición de ahondar en la palabra de Jesucristo Nuestro Señor y poder profundizar en ella, de otra manera será imposible que por sí mismo entienda el empeño de Dios en mostrar al cristiano católico el camino que anima y motiva a su Divina Majestad avivar la fe en Él, solo así dispondrá alma y cuerpo a las obras de caridad que el Señor espera de nosotros.

Dios Nuestro Señor es la sabiduría increada, porque la humana Él la ha creado para ser utilizada libremente por cada persona en su paso por la vida terrena vencer las acechanzas del demonio, claro que es de reconocer que está tiene un límite el necesario para que la persona se ayude y salve su alma, pero la realidad es otra, esa sabiduría no es utilizada al fin por el que Dios la ha puesto en el interior del ser humano, a este no interesa utilizarla en ello lo que le interesa no es discernir con acierto para obtener los bienes espirituales de salvación, sino en como obtener por su inteligencia negocios lícitos o si los productivos son ilícitos.
La vida pública de Cristo Nuestro Señor es llevar a su pueblo y al mundo su misión de misericordia y caridad sello de su benevolencia y tolerancia con las faltas del pecador arrepentido, como también la de los que sufren o padecen necesidades del alma, el Señor anuncia la sentencia por la que hace justicia mostrando al cristiano católico que su salvación está en su misericordiosa caridad.

El Evangelista San Mateo refiriéndose a la Legislación del Señor en el pasaje del juicio de las naciones afirmó; …” Y colocará las ovejas a su derecha, y los machos cabríos a su izquierda.

Entonces el rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, tomad posesión del reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.

Porque tuve hambre, y me distéis de comer; tuve sed y me disteis de beber; era forastero y me acogisteis; estaba desnudo y me vestisteis; estaba enfermo, y me visitasteis; estaba preso, y vinisteis a verme.

Entonces los justos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer, o sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte? Y respondiendo el rey dirá: En verdad, os digo: en cuanto lo hicisteis a uno solo, a Mí lo hicisteis” …Por eso, cuando encuentres a una persona necesita tu ayuda pecuniaria, vestido o alimento no le niegues lo mucho o poco que puedas hacer por ella, que nada te repulse no hacerlo, y entrégale no viendo su rostro como esperando agradecimiento o si estuvo o no de acuerdo, te recomiendo buscar en su rostro o en su cuerpo el rostro y cuerpo de Cristo Nuestro Señor, porque al entregarlo a esa persona se lo entregas a Nuestro Señor, y como reza el Santo Evangelio; …”Todo se os dará por añadidura “ …Ahora bien, así como el Señor ha Legislado para los justos de su derecha, legisla la sentencia a los machos cabríos que están a su izquierda; …”Alejaos de Mí, malditos al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles” …Recrimina con los mismos personajes que fueron para los justos premio eterno, a los de su izquierda censura y acusa por no haber hecho lo que los justos hicieron; …”Entonces responderán ellos también: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo o en la cárcel, y no te asistimos? Y Él responderá: En verdad, os digo: en cuanto habéis dejado de hacerlo a uno de estos, los más pequeños, también a Mí lo hicisteis “… Su sentencia induce a la claridad de su palabra que muestra los caminos al justo e injusto, al bienaventurado bueno y la condenatoria al malo, la distancia entre el premio y la sentencia es abismal, vemos en el mundo uno la intención del corazón humano es opuesta al Sagrado Corazón de Jesús.


Para comprensión de la parábola: …” El hombre sin entrañas” …. El Señor misericordioso y caritativo da en ella una luz de esperanza, a la vez es advertencia y prevención al descubrir el velo que esconde la incredulidad, dando a conocer la maldad de nuestras flaquezas, la avaricia de nuestra debilidad y la soberbia maligna, empeñada en someter al cristiano católico y el temor a imitar la humildad de Cristo Nuestro Señor, distrae su intención para no ver que su obligación es cumplir su doctrina de misericordiosa caridad.

La virtud es una disposición perseverante del alma, propia de su naturaleza, pues el ser humano ha sido creado para ser bueno, por eso su inclinación al bien, de donde con facilidad se le inculca practicar el bien y a evitar el mal, porque la caridad es la virtud que excede los términos de nuestra naturaleza, por la cual conocemos a Dios infinitamente digno de ser amado y aceptado sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos, profundiza la oración de la fe; …” Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, de todas las cosas visibles e invisibles, y en un solo Señor Jesucristo “…Manifiesta a los siglos la perfección de misericordia propia de la esencia de Dios como es su omnipotencia, su amor, sabiduría y muchas más perfecciones divinas en virtud del cual el Padre se compadece de los sufrimientos y flaquezas del ser humano siendo de forma especial en el pecador arrepentido donde el acto de caridad perfecta tiene por motivo la bondad misma de Dios, poseedora de razones espirituales y temporales que benefician a quien arrepentido recibe y vence el temor de las penas y hace suya la esperanza de la felicidad eterna.


De la parábola “Del hombre sin entrañas” consideraremos dos partes, de la primera conoceremos al deudor de diez mil talentos.

La deuda de este hombre como la que todos tenemos para con Dios es y será respetable, pero en está parábola esa suma era tener riqueza para pagar eso y los intereses, no tenerla era como para no dormir.

¿De dónde obtenerla quien no tiene ese poder económico para resarcir la deuda? Adelantándonos a la enseñanza del divino Maestro, todas las almas tenemos un tiempo de vida, unos muchos años, otros pocos, cada quien de acuerdo a lo previsto por Dios tiene su tiempo de vida, pero como no se sabe sí los años a vivir sean cortos o largos, lo importante es poner atención y tener presente lo que Cristo Nuestro Señor dijo sobre ello; …” Mas en cuanto el día y la hora, nadie sabe, ni los mismos ángeles del cielo, ni el Hijo, sino el Padre.

¡Mirad! ¡Velad! Porque no sabéis cuándo será el tiempo “… En el mundo se vive sin pensar que un día se morirá, de la muerte se tiene la falsa idea de que solo es para las personas de la tercera edad lo cual es un caer en error sin temor, es mejor aceptar que hoy estamos y mañana no estamos, por eso hoy que hay tiempo es tiempo de oportunidad modificar aquellas cosas que hicimos y que bien sabemos las hicimos con pleno conocimiento de saber lo que hacíamos, cada quien en conciencia conoce el estado de su alma para con Dios, lo mejor es no esperar tiempo y no confiarse de que esté no llegue y la deuda para con Dios su Creador sea mayor que la del infeliz deudor, que pudiendo haberse quedado con el perdón de la deuda, su soberbia maligna lo manipulo a no tener misericordia menos caridad.

Veámonos en él, la deuda que con Dios Nuestro Padre tenemos, y comprenderemos que es impagable, solo acercándose a Él y suplicar su benevolente perdón sea consecuencia del arrepentimiento sincero.


Escuchemos a Jesucristo Nuestro Señor, que en pocas palabras nos ubica el principio de su Catedra; …” Por eso el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos “…
Ahora su enseñanza; …” Y cuando comenzó ajustarlas, le trajeron a uno que le era deudor de diez mil talentos.

Como no tenía con que pagar, mando el Señor que lo vendiesen a él, a su mujer y a sus hijos y todo cuanto tenía y se pagase la deuda.

Entonces arrojándose a sus pies el siervo, postrado, le decía: Ten paciencia conmigo, y te pagaré todo. Movido a compasión el amo de este siervo, le dejo ir y le perdono la deuda “…En verdad que la misericordia y caridad del divino amor, consuela y asombra su sobreabundancia.

Cualquiera diría, ¡Increíble, se le ha perdonado enorme deuda! ¿Cuántos hay en el mundo que atosigan, presionan, abusan y roban al deudor que por más apuraciones y tensiones no puede cumplir con su deuda, arrebatándole más de lo que es su obligación; …Decir que por favor espere porque su insolvencia es grande, el acreedor se hace sordo, y exaltado su ego en la arrogancia de tener el mango del sartén, exige y alguien le dice: Dios Nuestro Señor dispone el perdón, y lo que te pide es tiempo ... Po respuesta más humillación.


Perdonado el siervo por su amo de la deuda que era imposible pagarle, expone el Señor; …” Al salir, este siervo encontró a uno de sus compañeros, que le debía cien denarios, y agarrándolo, lo sofocaba y decía: Paga lo que debes.

Su compañero, cayendo a sus pies, le suplicaba y decía: Ten paciencia conmigo y te pagaré. Mas él no quiso, y lo echó a la cárcel, hasta que pagase la deuda “… ¿Qué ha pasado aquí? La suma perdonada contra simples cien denarios no es nada, ¿Porque esa nefasta actitud? Es la conducta humana sanguinaria e inmisericorde, inhumana y vengativa que no detiene su venganza con el prójimo en desgracia, es el simple silenció ante sus tribulaciones un acto de despreció olvida de los tiempos pasados las ocasiones que vivió en este mismo trance angustiante y fue perdonado de todo, hoy con el poder de cobrar y recuperar esa migaja impulsado por la soberbia maligna surge el impulso de la crueldad.

Dice San Juan Crisóstomo; …” Diciendo que el siervo, al salir se encontró con uno de sus compañeros significa la mala jugada al compañero no después de mucho tiempo, sino enseguida; y teniendo todavía ante los ojos al bienhechor, y en los oídos el sonido de su voz: argumento de ingrato olvido y mal corazón “… Después de ver la conducta del ser humano que por la ira guardada por haber sido acusado de ladrón es perdonado, no corresponde al perdón de su Rey, perdonar a su compañero, viene ahora la justicia a obrar en él que prácticamente no quiso imitar el perdón en su prójimo como lo hizo con él su Rey.

Continua el Señor la parábola; …” Pero, al ver sus compañeros lo ocurrido, se contristaron sobre manera y fueron y contaron al amo todo lo que había sucedido.

Entonces le llamó su Señor y le dijo: Mal siervo, yo te perdone toda aquella deuda como me suplicaste. ¿No debías tú también compadecerte de tu compañero, puesto que yo me compadecí de ti? “…Conociendo el justo proceder del Rey contra el deudor, bueno es razonar la diferencia entre los pecados contra Dios y los pecados contra el prójimo, que tanta es la diferencia de los diez mil talentos a la de unos pocos denarios.

Pongamos nuestra a mente a meditar sobre la inmensa deuda que tenemos con nuestro Creador; …”Y encolerizado el Señor, lo entrego a los verdugos hasta que hubiese pagado toda su deuda.

Esto hará con vosotros mi Padre celestial si no perdonáis de corazón cada uno a su hermano “… Continua San Juan Crisóstomo; …” Y el Señor, irritado, le entrego a los torturadores “... No, se dice simplemente; ...” EL señor lo entregó “…Sino irritado lo entregó, lo que no ocurrió cuando mandó que fuese vendido él y la mujer, porque allí no hubo cólera, sino amor que incitaba a la enmienda.

Los verdugos son los demonios siempre dispuestos a coger almas perdidas y a atormentarlas en las penas de una condenación misteriosa e indecible “… ¿Cuál es la enseñanza? Obrar en el amor a Dios y al prójimo, para los que viven en pecado es muy difícil, pero aquellos pocos que se mantienen y conservan su alma en gracia, es perdonar de corazón a sus ofensores, porque el deseo del cristiano católico es mantener la misericordiosa caridad sin límite de Jesucristo Nuestro Señor en él.
hefelira@yahoo.com

 

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