Suman 42 muertes en protestas en Irak

EFE
Bagdad, Irak (26 octubre 2019).- La cifra de víctimas mortales en las protestas en Irak subió a 42 personas luego de que un alto funcionario del Gobierno en el sur del país reportó el sábado que 12 manifestantes fallecieron en un incendio que iniciaron al entrar a las oficinas de una poderosa milicia en la víspera.
Las protestas antigubernamentales estallaron el viernes luego de revueltas espontáneas fueran sofocadas a principios de mes.

Según el funcionario, en la localidad de Diwaniyah se retiraron el sábado los cuerpos de un edificio que pertenecía a una poderosa milicia, donde los manifestantes provocaron un incendio en la víspera.

El funcionario habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar con reporteros.

En la capital, Bagdad, manifestantes volvían a congregarse el sábado en la céntrica Plaza Tahrir, pero no hubo reportes de violencia de inmediato.

"Centenares de manifestantes pasaron la noche en la plaza Tahrir y no se retiraron a pesar de las llamadas de las fuerzas de seguridad", afirmó una fuente del Ministerio de Interior que pidió el anonimato.

Las fuerzas de seguridad están desplegadas en las zonas adyacentes a la céntrica plaza, si bien la vida continúa con normalidad en el resto de barrios capitalinos, según la fuente.

Se trata de la reanudación de las protestas registradas a principios de octubre para pedir servicios básicos y más empleo, además de condenar la corrupción, y en las murieron 158 personas, la mayoría a causa de la represión policial.

En esta nueva ocasión, son ya 42 los fallecidos y dos mil 312 los heridos en los enfrentamientos que se vienen produciendo desde ayer entre las tropas y los participantes en las protestas, aseguró un miembro de la gubernamental Comisión de Derechos Humanos de Irak, Ali al Bayati.

Según sus últimos datos, se ha producido también daños en cerca de medio centenar de edificios gubernamentales y sedes de partidos políticos.

Las protestas estallaron en Bagdad el pasado 1 de octubre y se extendieron a otras zonas de Irak por la falta de servicios públicos, de oportunidades de empleo y por otros problemas, como la extendida corrupción y la mala gestión de los recursos del país