En la Oponión

Pbro. Miqueas Cantú Mtz

Los días son malos... es una razón que se apega a la realidad actual. Es innegable, que la maldad de nuestros días ha traspasado todas las barreras sociales y lamentablemente la más afectada es la familia.

Cuando la maldad visita a la familia es una puerta abierta a la pornografía, a la violencia, a la confusión, al abuso y falta de autoridad, a peleas interminables.

La maldad ocasiona efectos negativos que erosiona la esencia familiar. No podemos negar que hoy muchas familias están sobre esta influencia de maldad, esto ocasiona una inestabilidad social.
Pero hablemos de solución.

Hablemos de esperanza, porque el imperativo bíblico contiene esperanza. Parece una solución sencilla pero es compleja porque abarca una responsabilidad personal sobre la administración de nuestro tiempo.

Es concisa, la maldad nos visita cuando no aprovechamos bien el tiempo. No lo podemos evitar, el tiempo es valioso tanto lo es, que si lo desprecias, la maldad no lo desprecia.

Aprovecha bien el tiempo es un imperativo que apela a las prioridades, obliga a pensar y preguntarnos a cerca de lo que valoramos. Maxwell nos escribe que para cambiar tu vida debes cambiar tus prioridades y esto nos orilla a ser creativos y esforzarnos.

El tiempo bien aprovechado en la familia siempre da frutos en abundancia. Bien dicen que los momentos en familia son más recordados que un regalo lujoso.

Las estadísticas sociales no mienten. La familia en descuido y en desorden es un peligro para la sociedad.
La frase popular dice que el tiempo es la cosa más valiosa que alguien pueda gastar.

Así que es preciso enfocarnos en aprovechar bien nuestro tiempo. Hoy es un buen día para dedicar nuestro tiempo en lo que realmente aprovecha. La familia.