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Agencia / Reforma
Fueron dos años de espera, y solamente hubo acción de 15 segundos.
El combate estelar de UFC entre Yair Rodríguez y Jeremy Stephens acabó en No Contest.
El pleito tuvo que terminarse por un piquete de ojos.
Alrededor de 10 mil almas enloquecieron al ver la decisión, que no habría más pelea, bueno, ni la hubo.
El "Pantera" estiró la mano al arranque y le picó el ojo izquierdo al estadounidense, quien de inmediato pidió al réferi apoyo.
Se tomó tiempo para ver si regresaba, subió el médico y después de cinco minutos optaron por que no podía seguir.
Los aficionados enloquecieron y comenzaron a lanzar cerveza, refresco y palomitas, todo lo que tenían a su alcance.
Hubo una persona que hasta intentó acercarse al octágono para encarar al estadounidense Stephens, pero fue detenido por seguridad.
Jeremy tuvo que ser escoltado por varios de elementos mientras se iba al vestidor.
Le llovió de todo.
Rodríguez tomó el micrófono minutos después y se disculpó con la gente. Dijo que había sido sin intención y que entendía la molestia, pues la gente pagó mucho dinero por este evento.
El resultado al final no cuenta y Yair dijo que esperaba volver a tener otra pelea con Stephens.
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