Además de ser divertidos, los malabares "encienden" el cerebro porque lo retan a mantener el equilibrio y la coordinación del cuerpo; y esto, lo mantiene en forma para cuando debe resolver un problema.

Por ello, sostiene Edwin González, experto en esta disciplina, practicar malabares aporta muchos beneficios a la vida diaria. "Al enfrentarse a un problema, el cerebro desarrolla más opciones antes de tomar una decisión y reacciona más rápido ante situaciones de peligro".

González, quien fue alumno del malabarista uruguayo Adrián Martínez "El Ratón", reconocido por su técnica y destreza, invita a niños, jóvenes y adultos a experimentar estos beneficios.

También se refuerza el pensamiento matemático, pues cada lanzamiento de los diversos instrumentos tiene una secuencia que los artistas de esta disciplina deben aprender y seguir.

"Al practicar el malabarismo logras ser más hábil, tener mejor equilibrio y tu capacidad de reflejos es más receptiva", explica González.