Soñando con un futuro mejor, cientos de centroamericanos se aventuraron a cruzar México para perseguir el sueño americano; se pusieron de acuerdo, formaron caravanas, y a pie, raid, en tren o como fuera, iniciaron su camino hacia la frontera con los Estados Unidos.

A estos grupos también se sumaron mujeres embarazadas que decidieron arriesgarse para lograr mejorar sus condiciones de vida y poder ofrecerles a sus hijos todo aquello de lo que ellas carecían en su lugar de origen; sin embargo, no contaban con que el lapso para confirmar su trámite de asilo político tomaría tanto tiempo, por lo que en el proceso, algunos de esos niños terminaron siendo mexicanos.

Aunque no existe una estadística fiel de cuántos hijos de centroamericanos han nacido en la frontera, se estima que al menos 5 niños fueron registrados como reynosenses en lo que va del año.

Lo anterior fue expuesto por Ricardo Calderón Macías, Titular del Instituto Tamaulipeco de Atención para el Migrante, quien dijo que las madres eran migrantes que se hospedaban en el albergue Senda de Vida, y a quienes se les apoyó con seguimiento médico para garantizar el bienestar del producto hasta que llegó a término.

“Definitivamente; lo que hacemos como instituto asistencial es hacer la gestión y el traslado hacia los hospitales General o Materno Infantil para que puedan dar a luz; que nosotros tengamos conocimiento son alrededor de unas 5 mujeres que hayan dado a luz que han estado en el albergue Senda de Vida”.

Y aunque nacieron en territorio mexicano, estos niños ya no permanecen aquí, pues sus madres han resuelto su situación migratoria y ahora ya residen en los Estados Unidos, según informó Héctor Silva de Luna, Director del Albergue Senda de Vida.

“Todas esas mujeres que llegaron en aquellos tiempos en la caravana ya no se encuentran aquí con nosotros, casi la mayoría ya no están en los albergues… nació un niño, pero ya la familia se encuentra en Estados Unidos”.

Silva de Luna precisó que a Reynosa han arribado un promedio de 3 mil 900 extranjeros, de ellos 500 permanecen en el albergue, otros pocos han cruzado ilegalmente por el río Bravo, y la mayoría se han hospedado de forma particular mientras resuelven su trámite; afortunadamente para ellos, el Instituto de Migración y las autoridades norteamericanas han empezado a agilizar este procedimiento y a diario llaman a un aproximado de 25 migrantes para que crucen al vecino país a seguir su gestión.

En cuanto a la Casa del Migrante que decidió abrir sus puertas a los centroamericanos pese a también tener que atender a los mexicanos deportados, ahí no se registró el nacimiento de ningún bebé, pues las mujeres embarazadas que se asilaron en este espacio prefirieron regresar a su país al ver que pasaban los días y su petición no era respondida.

Así lo explicó Edith Hinojosa Pérez, miembro del Patronato de la Casa del Migrante Nuestra Señora de Guadalupe.

“Sí hemos tenido mujeres embarazadas pero no han dado a luz aquí, se han ido, eran algunas centroamericanas que se entregaron a Migración porque prefirieron regresarse a sus países al ver que la situación estaba difícil, no se les estaba dando el acceso que ellas pensaban o que se les iba a dar rápido una atención, entonces optaron por irse; se les dio el seguimiento a través de Cruz Roja Internacional y en el Hospital Materno y estaban en buenas condiciones para viajar”.

Una situación similar se vive en la Casa Hogar del Sistema DIF, de acuerdo a lo que explicó María del Refugio Anzaldúa, Directora General, ya que aunque se ha atendido a madres que viajaban con sus hijos, y les tocó recibir a embarazadas, su proceso de deportación culminó antes de que tuvieran que dar a luz.

“No tenemos estadística porque a nosotros no nos ha tocado tener bebés, no han nacido aquí con nosotros”.

Por parte de las Oficialías del Registro Civil, 2 de sus titulares manifestaron no tener una estadística puntual de cuántos hijos de migrantes han nacido en la frontera, pues sólo se han limitado a registrar a los recién nacidos que son acercados, sin hacer alguna clase de distinción o señalamiento en los libros que permita saber de forma inmediata cuántos menores son hijos de mexicanos y cuántos de extranjeros.

Por el momento la estadística conocida de hijos de migrantes nacidos en Reynosa es poca, no obstante, esta podría crecer, pues aunque las mujeres embarazadas fueron de las primeras en cruzar a Estados Unidos, no serán las últimas que arriben a la frontera en estado de gravidez avanzado, además, otras familias migrantes podrían determinar establecerse en territorio mexicano y desistir del sueño americano.