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Advierten egoísmo en política migratoria

Asimismo, enfatizó que quien deja su lugar de origen jamás lo hace por mero gusto y placer. Foto: Archivo
En el marco de la visita del Secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, la Arquidiócesis Primada de México señaló que las políticas antimigrantes encierran un egoísmo disfrazado de seguridad.
domingo, 21 de julio de 2019
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Agencia/Reforma
Cd. de México (21 julio 2019).- En el marco de la visita del Secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, quien se encuentra en el País para abordar la estrategia para reducir la migración centroamericana; la Arquidiócesis Primada de México señaló que las políticas antimigrantes encierran un egoísmo disfrazado de seguridad.

"Las políticas antimigrantes que se toman en cualquier punto del planeta no sólo van en abierta oposición al Evangelio. Si vemos más allá de lo superficial, estos caminos más bien nos encierran en nuestro propio egoísmo disfrazado de seguridad y nos amarran en el desprecio con máscara de autosuficiencia", expresó la Arquidiócesis en su editorial de este domingo del semanario Desde la Fe.

En su reflexión, planteó que ignorar la migración y reprimirla, hace a las personas inhumanas.

Los acontecimientos que enfrenta México en sus fronteras, explicó, son muestra de lo que se vive también en otras latitudes y aunque el migrante siempre genera problemas y retos, señaló que quien deja su patria también da origen a oportunidades y riquezas que trascienden la geopolítica.

Asimismo, enfatizó que quien deja su lugar de origen jamás lo hace por mero gusto y placer.

La búsqueda de un bien mayor, el conflicto local, el problema persistente, la persecución, la inseguridad, son factores que llevan a cruzar las fronteras y también, a compartir la propia experiencia, apuntó.

"Puede ser fácil señalar con un dedo a quienes dejan su lugar de origen pero ¡qué difícil es abrir la mano completa para darle la bienvenida y después abrazarlo! Este camino sí es humano, este camino genera riqueza cultural, crecimiento social, crea puentes y supera abismos", indicó.

La Arquidiócesis expuso que el migrante siempre necesita compasión e invitó a sanar una globalización enferma de miedo para seguir creciendo en la oferta y la aceptación de lo ajeno, y transformarlo en algo propio.

"Nadie es tan humano como cuando se abre a la humanidad del otro: he aquí una gran ventaja de la migración, sea cual sea su origen, sea cual sea su futuro", añadió.

Cualquier nación tiene historias especiales de migración que le han hecho crecer y ampliar sus horizontes. Por ejemplo, subrayó, la devoción a San Charbel es riqueza que los libaneses trajeron y que México supo proyectar a otros pueblos.

 

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