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Aire sucio: cobra factura a la salud

La mala calidad del aire que se respira cada vez con mayor frecuencia en las ciudades, es un riesgo latente para la salud de sus habitantes
miércoles, 17 de julio de 2019
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Agencia/Reforma
La mala calidad del aire que se respira cada vez con mayor frecuencia en las ciudades, es un riesgo latente para la salud de sus habitantes.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación atmosférica urbana incrementa la probabilidad de padecer enfermedades respiratorias como la neumonía y el cáncer de pulmón, y enfermedades cardiovasculares.
La contaminación del aire está cobrando factura a los ciudadanos.

De acuerdo con médicos especialistas, los padecimientos de vías respiratorias relacionados con este problema se incrementan cada año.
Abelardo Elizondo, especialista en neumología del Hospital Universitario, de la ciudad de Monterrey, señala que diversos centros médicos han reportado aumentos de hasta un 20 por ciento, comparado con años anteriores, en las consultas asociadas con estas enfermedades.
"Desde enero a la fecha sí ha habido un aumento en el número de consultas relacionadas en cierto sentido con la contaminación ambiental", indica.
"Años atrás que teníamos mejor calidad del aire, que teníamos menores concentraciones de partículas, teníamos menor volumen de consultas".
Hasta la fecha, Monterrey no cuenta con programas ni estadísticas locales sobre las afectaciones que se están teniendo por la contaminación urbana.
Sin embargo, estudios realizados por organizaciones en diferentes países, han comprobado que existe una relación entre la exposición al aire sucio y los efectos en la salud de quienes lo respiran.
Rodolfo Posadas, neumólogo de Doctors Hospital, coincide en que, aunque no cuentan con cifras exactas, en los últimos meses han notado un incremento en los padecimientos de vías respiratorias ligadas con la mala calidad del aire.
"De los problemas más molestos y que más han aumentado son la tos, causada generalmente por la irritación e inflamación de las vías respiratorias altas", señala.
Para el especialista, la información científica que existe es suficiente para aplicar medidas que frenen la contaminación y para que los ciudadanos tomen sus precauciones.
"No se puede escoger entre respirar o no aire sucio o limpio", indica.

"Lo que tenemos de información es suficiente para actuar".
Deportistas, grupo vulnerable
Aunque realizar ejercicio al aire libre está recomendado por los beneficios que genera a la salud y la mente, la crisis que enfrenta la Ciudad en cuanto a contaminación ambiental lo convierte en un peligro.
Cuando se ejercita el cuerpo, el ritmo cardiaco y la respiración se aceleran y, por lo tanto, la cantidad de aire que ingresa a los pulmones es mayor.

¿Qué pasa cuando el ambiente está contaminado?
"Si tú te pones a hacer un ejercicio vigoroso, a correr, por ejemplo, distancias altas, bicicleta, tu frecuencia respiratoria aumenta, metes más aire", explica Abelardo Elizondo, especialista en neumología.
"Si lo estás haciendo en un área contaminada, estás inhalando el doble o el triple o hasta más de partículas de las que respirarías estando en condiciones de reposo".
Enfermedades agudas y crónicas
De acuerdo con Alfonso Martínez, director del Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire, los efectos por respirar aire contaminado pueden ser agudos o crónicos, dependiendo el tiempo de exposición.
"Hay afectaciones agudas, que son las que se presentan cuando hay alta contaminación y que aumenta el número de veces que las personas van a consultas con enfermedades respiratorias", explica.
Algunos síntomas que pueden presentarse son irritación en los ojos y la nariz, flujo nasal, picazón en la garganta, tos seca, estornudos, enrojecimiento en la piel, opresión en el pecho y hasta sensación de falta de aire.
Las causantes de estas molestias son principalmente las partículas PM10 y PM2.5, que se encuentran suspendidas en el aire y se trasladan por las vías respiratorias al momento de inhalar.
En el caso de Monterrey, dice Martínez, los valores de las partículas presentes en el aire superan en más del doble los niveles permitidos por las normas de salud.
Un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud Pública encontró que respirar aire contaminado con partículas menores a 2.5 micras a largo plazo, aumenta el riesgo de presentar problemas sistémicos al corazón, infartos cerebrales, diabetes y cáncer de pulmón.
"En el largo plazo se van provocando daños a la salud, cuando ya respiras el aire por 10 o 15 años", advierte Martínez.
"Las personas que ya traen una mala condición en esa situación de alta contaminación diaria, pues se les puede complicar".
Padecimientos respiratorios como la bronquitis, neumonía, sinusitis, laringitis, asma bronquial y la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), también pueden agudizarse.
Prevención, el mejor tratamiento
Cuando una persona acude al médico por síntomas relacionados con la contaminación del aire, los medicamentos no son suficientes para poner fin al problema, asegura Abelardo Elizondo, especialista en neumología.
"No vamos a resolver el tema si el paciente está en contacto estrecho con áreas contaminadas.

De qué me sirve darle a un paciente gotas para los ojos o darle algún medicamento para desinflamar sus bronquios o sus pulmones si trabaja en un sitio donde la contaminación está persistentemente afectándolo.
"Lo que debemos de hacer es sacar a ese paciente del área contaminada que le está provocando la afección".
Sin embargo, sí se pueden tomar medidas precautorias, como evitar salir en los días que el aire presenta mala calidad.
"Si no hay necesidad de que te expongas, no salgas, si lo vas a hacer, sal temprano, cuando se supone que no hay tanta contaminación todavía y trata de exponerte la menor cantidad de tiempo posible".

 

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