REFLEXIÓN DOMINICAL

Antonio Fernández

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El cuerpo de Cristo

…"El que de Mí come la carne y de Mí bebe la sangre, en Mí permanecen y Yo en él"… (Jn. 6, 56)
domingo, 3 de junio de 2018
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El nombre dado al Sacramento de la Eucaristía, en razón a su excelsa santidad sobre los otros sacramentos, nos invita a una pregunta estimado lector (a) ¿Qué te significa para ti la Santísima Eucaristía? Me adelanto; de momento no encuentras respuesta pero divagas, no tienes la idea de lo que es, ni lo que significa, pero el impulso de la fe te incita a decir algo; quizá un estímulo te apasione y anime a dar una respuesta para que te digas, ¡he contestado! Pero te detienes porque no la tienes; dirás, en verdad nunca había pensado en ello; la nobleza del alma te hace reflexionar: soy cristiano católico, comulgo, asisto a exposición del Santísimo, me conmueve porque creo firmemente estar ante el cuerpo, sangre alma y divinidad de Cristo Nuestro Señor, pero en realidad deseo saber más.

Bien, para todos es la caridad, misericordia y paciencia del Señor, no hay porque angustiarse, dolerse o molestar, pero bueno es el deseo de que, al no conocer, es disponerse a buscar el camino para entender, así fue el deseo en los discípulos de Jesús.

Después de que expuso a la muchedumbre la parábola de la cizaña; …"Y los discípulos, cuando se acercaron a Él, le dijeron; explícanos la parábola de la cizaña del campo"…Buena razón cuando no se entiende, preguntar.

El Señor paciente se las desmenuza, por eso es de sabios preguntar lo que se desconoce. Las palabras que inflaman el corazón por la fe en el Cuerpo de Cristo, son expresiones surgidas de lo profundo del alma al adorarlo en la custodia sobre el Altar, la repetición continua de este acto de fe, fervor y piedad son el alimento espiritual con que el alma y el corazón buscan más y más veces vivir este momento, deseo que fascina, seduce, y cautiva, arrebata y enamora con pasión cuando el alma vive el acercamiento a Dios en la Santísima Eucaristía, llena todo vacío, enciende el amor, vence todo el resquemor de las penas; alma y corazón se deleitan en la blancura esplendorosa del cuerpo de Cristo, siendo trascendente a la vista del Señor el gozo de los corazones amorosos, que en los hechos, es habito servirlo por las obras de caridad, de servir al prójimo, y sobre todo de las pruebas que Dios dispone en aquellos que bien conoce son almas suyas y devotas, sabiendo y conociendo lo presente y venidero en ellas, nos apercibe a conocer este testimonio de fe, que vamos a conocer, es una de las tantas demostraciones de fe que han existido y existirán en los siglos, solo que podrán dar testimonio las lamas de fe; …"Por el año 1870, en Europa, durante la guerra franco prusiana, se suscita en un poblado inesperado incendio, sea provocado o suscitado por un disparo de artillería, lo cierto que el incendio se inicio en la Iglesia.

Los habitantes avisándose unos a otros, impresionados y alarmados, pálidos ven, el lugar donde está el incendio en su punto cruel, es Templo, y salta la preocupación en todos, viendo el templo incendiado por todas partes, están convencidos que no había remedio para salvar la construcción, solo de ver las lenguas de fuego que salían de las ventas amenazantes, hacían perder la disposición de apagar el fuego; resulta que el Sr. Cura no se encontraba en casa, ni en el poblado, surge en los habitantes reunidos la preocupación: dentro sobre el Altar, está en el sagrario encerrada la Santísima Eucaristía"... En medio de la congoja comienzan los fieles con la pregunta: …"¿Quién va entrar en la Iglesia a recuperar el Santísimo Sacramento? En ausencia del Párroco, los ojos fueron sobre el Juez, este dijo: …” ¿Yo no puedo hacerlo? “… ¿Yo soy pobre un pecador, como he de recoger con mis manos la Sagrada Eucaristía, a Nuestro Señor Jesucristo, al divino Redentor? ¡No, no es posible! En el juez no era miedo a morir, sino a cometer lo que para él y los demás era un sacrilegio.

La gente respeto su comentario y pensaban en un tercero, más en todos fue la misma respuesta; mientras esto se suscitaba, el incendio iba a más, la Iglesia rodeada por el fuego, el tiempo se perdía.

Cuando más apurados estaban, al Juez le vino una idea salvadora y arriesgada; …"Escuchen todos, tengo un hijo de cuatro años, inocente, de alma angélica ¡Mí hijo va a salvar el Santísimo Sacramento!"… El Juez tomó en sus brazos al niño, y entra en el templo en incendio pleno, es por demás pensar el fuego abrazador y llameante, así llega ante el Altar y abre a viva fuerza el sagrario, y dijo: …"Hijito, mira; en este cáliz esta el buen Jesús: Cógelo bien, y el niño lo hizo” …Todo fue en pocos segundos, avanza a la salida de templo, escuchándose el rechinido de las vigas de madera ardiente que empiezan a caer, y entre las llamas y el humo, aparece el Juez en la puerta de la Iglesia con el cabello revuelto y su ropa chamuscada, teniendo el niño devotamente estrechado contra su pecho el Santísimo Sacramento.

La Santísima Eucaristía estaba ya a salvo” … ¿Qué vemos en este hecho? Humildad, limpieza y caridad.
La Santísima Eucaristía es el recuerdo de cómo fue Cristo Nuestro Señor en los discípulos, es tener y guardar en el corazón cuando se despide al ascender a los cielos, por lo que es buena la pregunta; ¿Qué es para el cristiano católico la Santísima Eucaristía? Es glorificar, alabar y exaltar el Cuerpo de Cristo Nuestro Señor.

En su peregrinar por el mundo, realizo el cumplimiento de la misión encomendada por Dios Padre, para ello fue por decir, uniendo los eslabones de la cadena de salvación; su doctrina, fue el primer eslabón, punto fundamental que guía al cristiano católico en el camino de la gloria eterna a la santidad; su mandamiento donde el amor a Dios es esencialmente primordial en la vida de cada alma que Dios ha permitido venir al mundo, a ello se complementa amando y sirviendo al prójimo, como Jesús nos ha enseñado, viene a ser la única vía directa del comportamiento humano camino a la gloria eterna; Jesús fue incesante en su paso por el mundo y lo continua hasta el fin de los tiempos, descubría esto en los corazones de las almas la fe en Él, si antes de su venida estaba perdida y se manipulaba como instrumento del sanedrín para someter al pueblo, hoy en este siglo, la humanidad continua mas alejada y hasta en millones perdida; Jesús siendo el Redentor en muchas ocasiones, predico acrecentarla en las almas que fueron a buscarlo para realizar en ellos los prodigiosos milagros, viendo el Señor a fondo su corazón, descubría un pequeño destello de fe, una minúscula luz en su interior, deseoso de alejar el mal de esas almas, podríamos decir, apretaba el interior de ellas a que por sí misma aumentará su fe en Él, y llegar así al nivel necesario para obrar; así manifestó a su pueblo, y extiende a los siglos su misericordiosa voluntad, su bondad, magnanimidad para la salvación de las almas en ocasiones que en su actuar no la mostraba, pero lo daba a entender, sobre todo cuando sus enemigos lo asediaban para que se contradijera en su divinidad, daba las razones de su equivocación que cerraba su mente y labios por no tener respuesta, pero la caridad de Jesús dejaba a pensar, ofreciendo el perdón que tenían que buscar, pero carentes de fe no lo hicieron o no lo quisieron hacer o entendiéndolo lo rechazaron; y por todo lo anterior y mucho mas que está expuesto en los Santos Evangelios, podemos afirmar, Cristo Nuestro Señor fue preparando los caminos hasta el momento de la última cena, en que quedo instituida por Él la Santísima Eucaristía, que con claridad los discípulos escucharon, cuando específico ser el pan su cuerpo, y el vino su preciosísima sangre.

Para llegar a este momento culminante de su obra redentora antes de ser entregado preso, diremos que lo anuncio en las dos ocasiones conocidas en los Santos Evangelios, como la multiplicación de panes y peces, uniendo la multitud de personas que estuvieron presentes en estos dos hechos, se puede calcular fueron entre dieciocho o veinte mil personas (hombres, mujeres y niños) Para ese tiempo era una inmensa multitud, que desajusto el control del sanedrín sobre el pueblo, tuvieron miedo de perder el control.
Estando Jesús en Cafarnaúm rodeado de esas multitudes, después de las prodigiosas multiplicaciones, unos lo querían aclamar rey, otros decían hizo bien todo, este es el profeta que había de venir al mundo, pero ninguno dijo: Jesús es el Hijo de Dios hecho hombre.

Como los fariseos, escribas y sacerdotes del sanedrín no asistieron a la multiplicación de los panes, se fueron contra el Señor; …"Pidiéndole, para probarle, un prodigio del cielo"…Que hizo Jesús; …"Los dejó y embarcándose de nuevo se dirigió a la orilla opuesta"…Estos hombres murmuran contra toda obra de Cristo Nuestro Señor, a pesar de esas intrigas, las muchedumbres siguen a su lado.

En su discurso sobre el pan de vida, ratifica su palabra; …"El que de Mí come la carne y de Mí bebe la sangre, en Mí permanece y Yo en él"…Queda definido, la palabra de Jesús es promesa, misma que ha sido cumplida en la última cena, dice San Pablo; …"Yo he recibido del Señor lo que también he transmitido a vosotros: Que el Señor Jesús la misma noche en que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió y dijo: Este es mi cuerpo, el (entregado) por vosotros.

Esto hacedla en memoria mía"… Ello es la primera parte de la consagración del pan en la Santa Misa, el pan en las manos del Sacerdote convertido en su cuerpo, es el mismo cuerpo que María Santísima recibió del Espíritu Santo en la cueva de Belén, al acercarlo a su corazón se funden en un solo corazón, el de Jesús y el de María, luego, ella lo entrega a José, quien al acercarlo a su corazón, se inflama de amor por el niño, aceptando de corazón, ser el mismo cuerpo que padeció en su flagelación y Pasión, Crucifixión y muerte.

Continúa San Pablo; …"Y de la misma manera (tomó) el cáliz, después de cenar, y dijo: Este cáliz es la Nueva Alianza en mi Sangre; Esto haced cuantas veces bebáis, para memoria mía “…A ese momento en el cáliz en las manos del Sacerdote esta la preciosísima sangre de Cristo Nuestro Señor, la misma que derramo al ser circuncidado, la misma que derramo en la oración del huerto, la misma que derramó en su flagelación, pasión crucifixión y en su muerte santísima; San Cirilo de Alejandría compara; …"Esta unión con la fusión en una de dos velas de cera bajo la acción del fuego"… Es de fe reconocer y aceptar de corazón el sublime y mayor manjar que recibe el alma del cristiano católico, y sea con fe viva tomar a Jesús en la sagrada hostia, dejarse conducir como ha sido, es y siempre será nuestra compañía en la peregrinación terrenal; es el reconocimiento comprendido y entendido por la fe, creer y aceptar de corazón que en la Hostia de la Santísima Eucaristía está presente el cuerpo, sangre, alma y divinidad de Cristo Nuestro Señor, para que vivamos con Él, para Él y solo para Él, en palabra, obra y pensamiento.

Se cumple lo que dijo el Señor: …"El que de Mí come la carne y de Mí bebe la sangre, en Mí permanece y Yo en él"…
¿Cuál será el beneficio de recibir la Sagrada Eucaristía? Alivia las enfermedades y da renovadas fuerzas a la vida espiritual.

Surge la pregunta, ¿qué enfermedades alivia? Los pecados, la pena temporal que el pecador merece por los pecados cometidos, unido a ello las malas inclinaciones, más Jesús pondrá sus divinas manos en las llagas y están quedaran sanadas.

La Sagrada Comunión puede perdonar la pena temporal, según en la proporción del amor con que se recibe, por lo que Jesús dijo; …"De la misma manera que Yo, enviado por el Padre viviente, vivo por el Padre, así el que me come, vivirá también en Mí"… Quien obrando con fe recibe el Cuerpo de Cristo, sus inclinaciones por la frecuencia del Sacramento ya no serán como antes, por que recibe de continuo nuevas fuerzas, veamos, la comida que comemos a diario, sostiene el vigor de la vida del cuerpo; ahora bien la Santísima Eucaristía, es el pan celestial que da a el alma y no al cuerpo la gracia santificante que la hermosea.

El alma va a más, dispensa la perseverancia final, la que luchará por perseverar en ella. La Sagrada Eucaristía alimenta el alma, haciendo de la palabra del Apóstol la oración en la que el alma gozosa recibe; …"Y ya no vivo yo, sino que en mí vive Cristo, Y si ahora vivo en carne, vivo por la fe en el Hijo de Dios, el cual me amó se entrego por Mí"…
Lamentable realidad, es que la humanidad de este siglo llena de modernidad no saben nada de esto, y menos del valor espiritual para su salvación, menos tienen conocimiento de recibir a Cristo en la Eucaristía con la plena disposición del alma, a ellos la pregunta, ¿De que sirvió a Cristo Nuestro Señor instituir la Sagrada Eucaristía, sino se tiene deseo de recibirlo, de pensar en recibir su cuerpo, sangre alma y divinidad por la buena comunión? Al cristiano católico que dispone su alma a recibirla, en ella encontrará alivio a los males de su alma, y cuando en silencio eleva su alma dice; Jesús y yo, no yo y Jesús, ya que, en la comunión, es importante quien es el primero y quien el segundo, el primero es Cristo en la Eucaristía y después el cristiano católico.

Alguno dirá, al recibirla hablo al Señor de mis problemas y después me acerco a Él, siendo el personaje principal al recibirla, se pasa a segundo término, quien comulga así lo hace falto de fe y tibieza, no se une a Él, de igual forma procede el apático indiferente e insensible, lo hace, para que lo vean y ya, por eso no hay resultado en las necesidades espirituales.

Siendo Cristo primero y después yo, se imita al fervoroso creyente apasionado que obtiene las bendiciones de la Sagrada Eucaristía. …"Este es el pan bajado del cielo, no como aquel que comieron los padres, los cuales murieron.

El que come este pan vivirá eternamente"… ¿Cómo ha de ser nuestra comunión? Despertar en el interior la fe firme: se va a recibir a Cristo Hijo de Dios vivo, y con gozo disponerse a recibir a Mi Cristo Rey; hoy al recibirlo hablare con Él, le daré gracias por todos los bienes recibidos, sin tener derecho a ellos, le presentare mis penas, dolores y angustias, presentare mis necesidades espirituales y también la temporales y personales, deseo introducirlo en mis íntimas confidencias, así podré expandir mi confianza en Él quien confío, recibiré en la Santísima Eucaristía, gozoso manjar para mi alma.
…"Esto dijo en Cafarnaúm, hablando en la sinagoga"…
hefelira@yahoo.com

 

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