Cd. de México (21 mayo 2018).- El formato del segundo debate presidencial, en el que se incluyó a público para que pudiera formular preguntas, quedó corto respecto a las expectativas que generó, consideraron representantes de los cuatro candidatos.

En una mesa de análisis organizada por Grupo REFORMA, los representantes dijeron que se esperaba que el público pudiera interactuar más con los aspirantes, cosa que no ocurrió.

"A mí, o participa todo el público o los moderadores inquieren, cuestionan a los candidatos.

A mí, como que esa mezcla me dejó un sabor de boca dual.

"Como que algo faltó o algo sobró. Yo creo que sobró el protagonismo, lo hicieron bien, de los conductores, y faltó protagonismo de los ciudadanos que estaban ahí que, la verdad, estaban como mera escenografía, sólo participaron cuatro o cinco", resaltó Germán Martínez, representante de Andrés Manuel López Obrador.

Rodrigo Ocampo, representante de Jaime Rodríguez, "El Bronco", acusó que los moderadores del debate, León Krauze y Yuriria Sierra, fueron muy protagónicos en sus intervenciones.

Agustín Basave, representante de Ricardo Anaya, consideró que los aspirantes presidenciales no contestaron a los planteamientos hechos por los ciudadanos, por estar en su propia dinámica de acusaciones mutuas y no salirse del guion que tenían planeado.

"Mira, este formato de público que participa siempre tiene ese riesgo.

Si la gente que va a preguntar, la gente que viene del público y que van a preguntar, preguntan cosas que no tengan que ver con el tema del debate.

Por ejemplo, hubo un caso de una señora que preguntó sobre la seguridad de Tijuana -si mi memoria no me traiciona- y es complicado responderle y apegarte al tema del debate, es el recurso de Pepito y los Fenicios", indicó Basave.

Vanessa Rubio, representante de José Antonio Meade, consideró que el debate fue dinámico, pero el formato es perfectible.