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Sólo un chispazo azulcrema

Henry MartIn volteó a la banca sonriente y le hizo un guiño a Miguel Herrera. Antes, había abierto los brazos, gritado con euforia su gol
lunes, 8 de enero de 2018
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QUERÉTARO, Qro., enero 8 (EL UNIVERSAL).- Henry MartIn volteó a la banca sonriente y le hizo un guiño a Miguel Herrera. Antes, había abierto los brazos, gritado con euforia su gol, que contiene su esperanza de no ser borrado de la alineación azulcrema cuando llegue Luuk de Jong o el delantero que piense traer el América.
Ya le dio argumento al Piojo para que lo considere y no lo condene a la suplencia en caso de que llegue la bomba holandesa.
Un tiro inclemente que se fue a las redes (44').

La primera alegría del americanismo es gracias a él. La victoria sobre Querétaro la hizo Martin (1-0). En una Liga MX plagada de arietes foráneos, la anotación de Henry es un bálsamo para los delanteros mexicanos.

"Quiero demostrar que puedo con el peso del América", dijo el héroe emplumado a su llegada a Coapa.
Primeros tres puntos para las Águilas, que liberan presión.

Faltará aún por ver la versión americanista con sus contrataciones rimbombantes y plagadas de ruido por el departamento de Relaciones Públicas: Jérémy Ménez (Francia) y Andrés Ibargüen (Colombia).
El inicio amarillo tuvo dificultades.

El Piojo echó mano de lo mejor que tenía. Una escuadra mermada, que poco se parecería a la ideal, ya con refuerzos que vienen del extranjero y sin suspendidos como Guido Rodríguez y Édson Álvarez.

El Piojo presentó a sus tres incorporaciones del pasado Draft (Emanuel Aguilera, Joe Corona y Henry Martin) como titulares.
Mandó a la cancha al criticado Carlos Darwin Quintero y dejó en la banca a Cecilio Domínguez y Silvio Romero, ambos condenados a irse o ser eternos suplentes.

La alineación del estratega emplumado sirvió para aburrir durante 44 minutos del primer tiempo. El América fue el mismo que en la Liguilla pasada: un equipo de funcionamiento parco, sin chispa, ni llegada.

Un club que hacía honores al tedio y aburrimiento.
Gallos tampoco cambió mucho con respecto al semestre pasado. Aferrado al cero en su marco y con la esperanza de que Camilo Sanvezzo pudiera encontrar alguna forma de anotar.

Es decir, una escuadra plenamente identificada con el pasado reciente de su técnico Luis Fernando Tena. Fue hasta la anotación de Martín, que el partido tuvo un instante de vértigo, que pudiera alegrar a alguna parcialidad presente en el estadio Corregidora.

Su disparo tuvo talento, técnica individual y dirección. Tuvo la belleza necesaria para pensar que el ex atacante de Tijuana puede ser un buen heredero de Oribe Peralta, quien no anota desde octubre.
Herrera, como entrenador águila, se encontrará en una encrucijada.

Un atacante que él llevó al Nido le respondió para salvar un partido grisáceo de su escuadra. Henry Martín ha levantado la mano.

Quiere estar ahí. Hizo un gol de la victoria. Habrá que ver si el Piojo lo mantiene en sus formaciones, por más ruido mediático que hayan hecho las contrataciones foráneas.

El Universal

 

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