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¿Qué tipo de besador eres tú?

Todos, en algún momento, nos encontraremos con un buen besador...
lunes, 27 de noviembre de 2017
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(EL UNIVERSAL) Todos, en algún momento, nos encontraremos con un buen besador, uno que usa más saliva que lengua, otro que nunca cierra los ojos y, por último, el que usa ‘mucha lengua’.

Y la verdad es que cada quien tiene su propia técnica, pero muchas se han vuelto famosas por las peores razones, tanto por ser raras, como por ser… a falta de otras palabras, podemos decir: ‘únicas’.

¿Cuál es la tuya?

El ‘vampiro’: Siempre estará ese besador que se cree vampiro y, en lugar de usar sus labios y lengua, prefiere utilizar sus dientes.

Vaya, las mordidas pueden ser excitantes, pero un uso excesivo de dientes puede ser, tanto doloroso, como incómodo.

La ‘monja’: Tal vez no tengan mucha experiencia, tal vez no sean fans de los besos, tal vez les resulta desagradable… cual sea el caso, no es, ni buena para besar, ni hace mucho por mejorar la experiencia.

Lo único que hace es dejarse ‘querer’ y, mientras que eso es bueno en numerosas ocasiones, a la hora de besar, es lo peor que puedes hacer.

El ‘ruidoso’: Este besador demuestra su gran interés con todos los ruidos que hace. En lugar de besarse, parece que se está saboreando tus labios.

Desafortunadamente este tipo de atención distrae y no es muy agradable. Puede resultar bastante desesperada también, pero aún así no es el peor de los casos.

La ‘máquina para lavar’: Uno pensaría que este besador mejoraría después de la adolescencia, pero a veces solamente empeoran.

Lo que hacen es: abrir la boca lo más que puedan, meter su lengua en la tuya… y simplemente esperar lo mejor. Y los movimientos acelerados no son tan preocupantes, ¿uno puede ahogarse con tanta lengua?

La ‘lagartija’: Estos besadores usualmente tienen la lengua muy grande y, aunque puede ser una cualidad para el sexo oral, para los besos resulta algo incómoda.

Lo que hacen es meter algo de lengua, dar una lenguetada… y listo, con eso terminan. Lo peor de todo es que usan esta técnica como algo sensual, pero puede distraer muchísimo, sin mencionar que la lengua puede aprovecharse de muchas más y mejores formas.

El que nunca ‘cierra los ojos’: ¿Hay algo más ‘creepy’ que besar a alguien y notar que nunca cierra los ojos? Si es tu caso, por favor desiste y cambia de comportamiento; además de que se VE raro, tu pareja puede sentir que lo estás observando.

Y no solamente eso, cerrar los ojos a la hora de besar demuestra lo mucho que lo estás disfrutando, ¿acaso tú no lo haces?

El BUEN besador: Y no todos son malos, en algún momento te encontrarás con alguien increíble que, además de llevarte al cielo, te hará creer en los ángeles.

Sabe utilizar su lengua, no te ahoga con su saliva y sabe tocarte. Sí, así como lo leyeron, los besos no recaen en la ardua labor de la boca, también las manos son una herramienta clave.

La buena noticia es que incluso el besador más espantoso, puede convertirse en uno increíble, el punto es practicar, practicar, y… practicar.

 

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