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Y no es broma: toda sal contiene un 40% de sodio, incluyendo la sal del Himalaya, de mar, o la sal francesa gourmet que cuesta miles de pesos.
Y además de la sal agregada, hay mucho sodio en todos tus alimentos. Cada alimento procesado o hecho por humanos contiene sal, mucha sal. Si viene enlatado o precocinado o congelado, quiere decir que tiene demasiado sodio.
Se recomienda consumir menos de 2 mil 300 miligramos de sodio (una cucharada) por día. Sin embargo, los mexicanos consumimos casi 2 cucharadas al día.
Y aunque la mayoría sabemos que el exceso de sal provoca inflamación y retención de líquidos, los síntomas a largo plazo pueden ser más graves.
Tienes demasiada sed
El sodio juega un rol importante en el equilibrio acuoso de nuestro cuerpo. Después de todo necesitamos consumir sal cada día para mantener un equilibrio de agua en el cuerpo.
El sodio encontrado en la sal ayuda a mantener ese fluido dentro de las células.
Cuando tienes sed, tu cuerpo te dice que no hay suficiente agua para soportar la cantidad de sodio en tu organismo, así que manda una señal a tu cerebro para que empieces a tomar más agua.
Estás muy inflamada
Los platillos salados tienden a provocar inflamación en el vientre. Cuando hay mucho sodio flotando alrededor de la sangre, el agua deja las células, causando inflamación.
Los niveles extremos de sodio, junto con los niveles excesivos de fluido para conseguir un equilibrio, provocan una inflamación en el área abdominal.
También podrías notar inflamación en los dedos, particularmente después de comer un platillo muy salado.
Dolor de cabeza
¿De repente tienes un dolor de cabeza sin razón aparente? Checa lo que comiste. Mucha sal puede hacer que los vasos sanguíneos del cerebro se expandan, lo cual puede provocar dolores de cabeza.
La comida ya no te sabe
Por encima de todos los riesgos de salud, consumir mucha sal puede modificar tus papilas gustativas. De esta forma, la comida que consumas tendrá menos sabor con el paso del tiempo.
Entre más sal consumas, más sal necesitarás para conseguir una respuesta gustativa.