Los incendios en el norte de California ya han cobrado la vida de 31 personas, pero se teme que el número de decesos aumente ante la cifra de desaparecidos, según reportes de autoridades locales.
Tras darse a conocer los primeros nombres de las víctimas fatales se encontró que la mayoría eran personas de la tercera edad.
El número de muertes superó la marca histórica de la entidad, que registró 25 muertos durante los incendios de Oakland Hills en 1991.
Los 17 incendios activos en extensión territorial han destruido al menos 72 mil hectáreas, un área seis veces más grande que la ciudad de San Francisco.
Tan sólo en la ciudad de Santa Rosa, en donde los daños han sido mucho más severos, cerca de 3 mil casas fueron consumidas por el fuego, de acuerdo con el Alcalde Chris Coursey.
En el condado de Sonoma, las autoridades cuentan con los datos de al menos 400 residentes que figuran como desaparecidos durante los incendios.
Un contingente de 8 mil bomberos y vehículos de rescate han llegado desde otros estados, no sólo para ayudar al frente de los incendios, sino para estar listos para los que se puedan generar durante las alertas rojas y prevenir su avance.
Los vientos de hasta 100 kilómetros por hora y una humedad de apenas 10 por ciento han creado las condiciones climáticas críticas para la generación de incendios, según reportes del Servicio Climatológico Nacional.
Los incendios en el corazón de una región productora de vinos de fama mundial provocaron estragos a su industria turística y dañaron hectáreas de cultivos.
La causa del desastre aún continúa bajo investigación, pero funcionarios dijeron que especulan que una falla en el servicio eléctrico provocado por los fuertes vientos pudo haber generado los incendios.

Con información de EFE, Xinhua y Reuters.