REFLEXIÓN DOMINICAL

Antonio Fernández

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CRISTO PREVIENE EN TIEMPO A TIEMPO

..." ¡Ah si en este día conocieras también tú lo que sería la paz! Pero ahora está escondido a tus ojos" ... (Lc19, 42)
domingo, 6 de agosto de 2017
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El ser humano tiene dos vocaciones que definen su destino en la eternidad y en el mundo; una, la vocación divina, otra la vocación humana, ambas residen en el alma y el corazón, participan en ello las potencias del alma: memoria entendimiento y voluntad, contribuyendo a fijar el camino acertado de la vocación de acuerdo a la inclinación natural y propia de cada persona.

Empezando por la segunda; definir la vocación, no es sólo lo que se sueña o se quiere ser o hacer, por ejemplo; todo joven entra en crisis: ...¿Qué quiero ser? ¿Que voy hacer en la vida? Voy estudiar esa carrera que da más dinero y así mi proyecto elaborado por mí mismo sea un éxito para tener lo que quiero... Lo que no se entiende es que sólo se logrará acercándose a Dios con humildad y preguntarle; ¿Señor, ¿cuál es el proyecto que tienes para mí? ¡Ayúdame a encontrarlo! ¿Es difícil a los jóvenes hoy acudir con fe al Señor? En una inmensa mayoría así es.

Se ha cultivado la inclinación: no necesitar nada de nadie, pero una voz dice al oído; ... Usted haga lo que quiera ser, su actitud es: quiero... La vocación es un don de Dios, por lo tanto, es divina, es un privilegio que se recibe sin tener derecho a él.

Al identificar la vocación humana, surgen consideraciones: no se ahonda en las cualidades y virtudes, en las habilidades, gustos y conocimientos, no se busca en la inspiración de Dios para que conduzca a la profesión o actividad que se habrá de seguir; no se busca la inspiración acercándose al Señor, se prefieren las cosas materiales para ubicarla, al encontrarla se toma como logro personal, no se acepta sea un don de Dios que por su gracia ayudará a que el que joven deduzca su vocación, convencido de no estar equivocado y haber aclaro el futuro de su vida y al obtener los logros del ejercicio de la profesión, el que sea un acto de servicio a Dios, y no la complacencia de los beneficios económicos.

La vocación divina es muy distinta, es única, no hay otra; ...Es para mi salvación, no para condenarme... Todo ser humano la posee, no se necesita investigar o analizar si conviene seguirla o si su inclinación es o no la adecuada ¡No! Nada tiene que meditarse del bien que viene del cielo, radica dentro de la persona, es parte de los bienes que el Señor deposito en su ser, por la vocación divina se sirve a Dios, y su decisión es: si creo, o no creo.

La vocación Divina, se guarda en el interior del ser humano por bondad del Señor, vive unida a el alma que la mantiene alerta en realizar obras que encaminan el alma a Dios, anima a no perder el paso conservándose en el Señor; la vocación divina, es ese algo que impulsa los adentros del cristiano católico a estar consiente de la necesidad de ir al redil del Señor con denarios que atesoran bienes en él cielo; la vocación divina no se pierde, se alimenta por la fe, por eso, cuando la fe es débil, endeble, y frágil, todo es duda, actitud vacilante, turbación e incertidumbre, muestra de no tener convicción; a la vocación divina no desaparece.

El pecador que va contra la vocación divina, negándola o rehusándola más se arraigara a esta conducta, llegará el momento en que esa vocación dada por Dios se hará realidad, mientras esto no suceda, nada podrá hacer, y será hasta que el pecador conmovido de sus males se disponga obrar su salvación, va a ser como sacar un libro de un lugar polvoso, que para poder leerlo, se limpia y sacude, así, el pecador arrepentido, para reencontrar la vocación divina, será necesario el impulso que sacuda su entendimiento de pecador, y la luz del Espíritu Santo hará ver su realidad, mostrando los males de su vida pecaminosa, asemejadose aquel que teniendo vocación para ingeniero, tomo el camino para abogado, no siguió la vocación humana dispuesta por Dios, pero la vocación divina en todo tiempo es bueno para retomarla.

Viendo el cristiano católico que en la vocación divina está el medio que llama a la salvación de su alma, no dejará que ese deseo quede en el querer, sino en llegar al hecho, detenerse es perder tiempo de vida eterna; los bienes espirituales guían a conservarse en ella, obteniéndolos por sus obras y práctica de la vocación divina; el cristiano católico está obligado a empeñarse en buscar la guía que convertida en norma y precepto, haga suya la palabra de Jesús;..."El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo; entonces un hombre habiéndolo descubierto, le volvió a esconder, y en su gozo fue, y vendió todo lo que tenia, y compró aquel campo"...La vocación del hombre muestra tesón y convencimiento en hacer la inversión de vender sus bienes y comprar el terreno, gana el derecho en cavar a encontrar ese tesoro y poder buscar más.

Adelantando al tema de hoy, vamos con el Evangelio cuando llega a Jerusalén, una caravana de reyes del oriente, buscando donde está la salvación, la gente no sabía que contestar, fue a más su extrañeza cuando los reyes magos dijeron; ..."¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto su estrella en el Oriente y venimos adorarlo" ...Al saber la razón de su presencia creó confusión, no hubo contestación, porque nadie sabía; Israel no creyó que Jesús era el Mesías esperado de siglos, por eso lo niegan, impugnan y juzgan de falso, así intentaron enterrar el tesoro divino por excelencia en el campo de Israel; pero las almas que creyeron vieron en Jesús el tesoro de salvación, y lo guardaron en su corazón, y en la intimidad.

El deseo de Jesús fue que el pueblo aceptará y reconociera su divinidad de Hijo de Dios, pero la negación fue más fuerte en los corazones que desestiman la verdad de su palabra, aunque teniendo al Salvador ante sus ojos, oídos y sentidos, osaron los escribas y fariseos dirigentes religiosos de Israel como responsables, en desestimar y rehusar, no vieron en Jesús al Redentor que vino a salvarlos del pecado, su soberbia maligna los llevó al atrevimiento de pagar la infidelidad a uno de los suyos: Judas Iscariote, quien fue a los sumos sacerdotes y dijo;..."¿Qué me dais, y yo os lo entregaré? Le asignaron treinta monedas de plata" ...Cristo Nuestro Señor fue crucificado, no fue aceptado por su pueblo como Hijo de Dios, negada su divinidad y el desprecio a su palabra, guardaban contra Él en su corazón y en la mente, sus agresiones; fueron vencidos quedando en evidencia frente al pueblo titubeante y temeroso de sus dirigentes religiosos; los divinos labios del salvador manifiestan ser Dios mismo que no quisieron asimilar, no vieron en su corazón el esplendor de su magnificencia, no percibieron sus virtudes, ni su predicación generosa, no quisieron los bienes espirituales que ofrece; sus obras prodigiosas que solo Dios podía obrarlas, no vivieron en su corazón la sublime divinidad de Jesús, ni la exaltación espiritual del amor a Dios.


Desde al nacer, cada alma es poseedora de infinidad de bienes que se guardan en su ser, y conforme avanza en la vida, surgen y cumplen su misión, el Señor lo dispuso como medios de salvación, quiere que todas las almas se salven y las provee de ellos, el problema está en que la humanidad de hoy, actúa de la misma forma que Israel obro contra la divinidad de Jesús en su paso por el mundo, no reconoció su palabra de misericordia responde ahora como ayer: ¿Qué percibe de su vocación divina? Nada.

Catequiza San Buenaventura;..."Dios es amor por esencia y como causa: por esencia, porque es amor en si mismo, y como causa, porque suscita en nosotros el amor"...El Señor no cesa de estar presente en la vida de todas las almas, son cosas sencillas, para Él, no hay preferencia, sino solo el amor por salvar a las almas, a pesar de que el pecador en sus obras no lo entienda y continúe en sus estafas, el amor de Jesús vuelve una y otra vez, si el pecador se detuviera a reflexionar, comprendería que el Señor pone a prueba, es su derecho, puede ser una encrucijada sin salida, como un edificio ante un temblor sube y baja, o va de un lado a otro hasta que se desmorona, sin poder salir, así el Señor sufre desde antes, porque ha visto en espíritu el dolor que causará ese temblor, esperando que con ello vuelva el corazón del pecador al corazón a Jesús, suplique ser perdonado.

Jesús después de ser aclamado Mesías y Rey de Jerusalén, salió de la ciudad con sus discípulos, llegan a una parte donde se ve la extensión De Jerusalén y el esplendor del Templo, dice el evangelista; ..."Y cuando estuvo cerca, viendo la ciudad, lloró sobre ella" ...Habla San Gregorio; ..." Lloró Jesús la ruina de la pérfida ciudad, porque la misma no quiso reconocer su futura ruina" ... ¿Cuántos recuerdos vendrían a la mente de nuestro Salvador? Aparece ante Él la visión futura de la ciudad, arrebatado por el sentimiento que causa en Él un llanto, cuyo dolor inunda sus divinos ojos de lagrimas, el Hijo de Dios gime, conmueve con compasión porque no hay posibilidad de revertir lo que sucederá, debemos entender los pecadores que obran contra la justicia de Dios, nada va a detener la desgracia que vendrá en él; ..."Y dijo; ¡Ah si en este día conocieras también tú lo que sería para la paz! Pero ahora está escondido a tus ojos" ...Su voz entrecortada expresa su lamento.

Dios concede promesas, pero la soberbia y protervia del pueblo de Israel rechazo a Jesús Hijo de Dios vivo y prefirió su ruina a la salvación.

La ceguera y ofuscación que a voluntad desplegaron contra la divinidad de Jesús, su enseñanza y prodigiosos milagros, cuando irónicos en su agonía la plebe de Jerusalén grita; ..."Si eres el hijo de Dios, ¡Baja de esa Cruz y sálvate!" ...Con burla y escarnio sin escrúpulos, se ofende a nuestro Redentor, el demonio enciende aun más la ira contra Él, ¿Podría quedar esta afrenta sin castigo? ¡No! Escrito está; ..."Mía es la venganza; Yo haré justicia, dice el Señor" ...También es entendido cuando Jesús dijo a Felipe; ..."El que me ha visto, ha visto a mi Padre" ...La afrenta que se hizo a Jesús, es hecha al mismo Dios, por eso sobrevendrá el castigo contra los ofensores, no miremos este hecho como una cosa antigua, esta misma actitud de Israel, lo hace el mundo pecador todos los días, la gravedad de los pecados, perversidades y malignidades, donde el ser humano no se detiene, parece una competencia de ver quien ofende mas a Dios, el problema es que, si no hay arrepentimiento en el mundo, será el mismo pesar de Jesús cuando vio Jerusalén en una masacre de sangre, de odio y venganza, aversión y repulsa, viendo cumplida su profecía.


La predicción que Jesús dio a conocer a sus discípulos fue un cuadro dantesco. Viendo la ciudad recordaron a Jesús cuando dijo; ..."Destruid este Templo, y en tres días Yo lo volveré a levantar" ...Abrumados por los lamentos de su Maestro, no hallarían palabra de consuelo para Él, lo que les hacia guardar un silencio póstumo.

Jesús expone el cómo se ejecutará lo dispuesto por el Señor, de quien el ejército romano, el más poderoso de su tiempo será el instrumento de Dios; ..."Porque vendrán días sobre ti, y tus enemigos te circunvalarán con un vallado, y te cercarán en derredor y te estrecharán de todas partes" ... Roma enemigo del pueblo judío, haciéndose fuerte en sus parapetos, torres y trincheras, encierran la ciudad dentro del muro sin poder salir sus habitantes, dentro de la ciudad los zelotes, conformados por escribas y fariseos, a quien no entrega sus riquezas lo asesinan, así fue la persecución en la ciudad, por la incertidumbre y el miedo no se sabía si era mas seguro: dentro o fuera, única escapatoria la muerte.


Continua Jesús la dantesca profecía;..."Derribarán por tierra a ti, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra"... Dando la palabra al historiador judío Flavio Josefo, refiere;...Cuando los soldados no teniendo a quien matar, ni a quien robar, porque la ira que estaba en sus ánimos contra los judíos había terminado para ellos, querían regresar a Roma, entonces Tito dispuso que acabasen de destruir la ciudad, y vino la orden: arrasar con todo y acabase de destruir el Templo...Esto nos lleva a comprender que si bien Dios es toda misericordia, es también justicia, bueno es reflexionar nuestra conducta hacia el Señor y recapacitar ¿Cuál fue la razón para mover a un Imperio por parte de Dios? La razón de esta ruina es haber despreciado el día de la visita del Señor, que fue la vida publica de Jesús, su predicación, y milagros, los profetas, Juan el Bautista y los discípulos del Señor rechazada, dijo Jesús; ..."Porque no conociste el tiempo en que has sido visitada" ... La ciudad de Jerusalén fue destruida porque rechazo, negó y desprecio, se burló y acuso al Hijo de Dios de estar en contubernio con el demonio, soberbia que los mantuvo en la actitud de no reconocer a Cristo Nuestro Señor como su Mesías, y cuando sintieron que perdían la autoridad del pueblo lo crucificaron.

Al estar en la ciudad, Jesús va al templo y lo ve convertido en un mercado, vendría a su mente los recuerdos de cuando fue llevado por María y José, conoció el respeto y amor que profesaban por el templo; ..."Sus padres iban cada año a Jerusalén, por la fiesta de Pascua" ...Cuando se perdió y sus padres lo encontraron en el templo; a su nacimiento fue presentado en el Templo; ..."Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos.

(Jesús y María) según la Ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén a fin de presentarlo al Señor" ...Esos recuerdos vividos en la Casa del Señor, era ya motivo de respeto y devoción, pues Dios al visitarlo lo santifico con su presencia y quedo convertido en tributo obligado conservar el culto del Templo, por eso cuando..."Entro en el Templo y se puso a echar a los vendedores; ..." Y les dijo: Está escrito: Mí casa será una casa de oración, y vosotros la habéis hecho cueva de ladrones" ...Veamos la misericordia de Dios, cada alma bautizada es templo vivo del Espíritu Santo, cuando es tentada y se aleja por el pecado, obra Jesús como lo hizo al expulsar los mercaderes del Templo, eso hará por nosotros, con la misma ira divina y celo expulsara los demonios que atentan contra nuestra alma.
hefelira@yahoo.com

 

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