REFLEXIÓN DOMINICAL

Antonio Fernández

0
Votos
Nota Aburrida
Nota Interesante
La dulce misericordia de Jesús

…”Tengo compasión de la muchedumbre, porque hace ya tres días que no se apartan de Mí, y no tiene nada qué comer”… (Mc. 8, 2)
domingo, 16 de julio de 2017
Comparte esto en Facebook
Comparte esto en Twitter
Comparte esto en Digg
Enlarge Font
Decrease Font
Reza la profecía del Rey David;…”El Señor es la fortaleza de su pueblo”…Predicción dispuesta por Dios, se ha cumplido y continuara cumpliéndose a través de los siglos en cada alma, siendo garantía de salvación la obra del Señor en la vida del cristiano católico, está en sus caminos de dolor moral y físico, como puede ser el gozo, cuando el bien que Dios ha depositando por obra de su providencia, se ha conquista a pulso: el bien y la gracia en el alma por Él creada, está, con amor a su Señor exalte en si misma la virtud de la caridad, que en Dios es la luz que resplandece en los corazones de las almas justas y arrepentidas que luchan por atraerse a la dulce misericordia de Jesús.

Para comprender el conocimiento de la perfección del alma, inicia en la firmeza de la fe, la seguridad y esperanza de ser escuchado, como la confianza de ser atraído en Cristo Nuestro Señor; pero lo ilógico e inconcebible, es que a pesar de mostrarse Jesús compasivo con el pecador, este responde con temor con duda fijada en su mente cuando pierde la fe, el demonio, apoderado del alma pecadora, oprime sus entrañas, posesionado de ella, no quiere dejarla, no quiere que razone ni entienda ni comprenda el bien divino del perdón, rechaza y combate seductor a caer más hondo, para que no se acerque y no reconozca en Dios su amoroso y benevolente indulgencia, así carga el demonio contra al pecador, a no inclinarse a la divinidad del Señor.

¿Cuesta dejar de lado los prejuicios de la incredulidad? ¡Claro que cuesta! El alma que vive en gracia de Dios, piensa y cree; Cristo siempre ira por mi alma cuando necesite del socorro y de su fuerza espiritual; pero el alma asediada por el demonio, no lo ve así, porque no tiene fe, cuando está se arrepienta verá su incredulidad vencida por la Eucaristía y la frecuencia de los sacramentos, y lo que su corazón vivirá del Señor la profecía, ser; …”la fortaleza de su pueblo” … El alma al recibir en su intimidad a Dios, gana el beneficio de la riqueza espiritual por excelencia, instituida por Nuestro Señor en la última cena: La Eucaristía, en ella el cristiano católico participa del memorial y renovación del Sacrificio cruento de Cristo en el Calvario, y tendrá el espíritu libre para conocer más la verdad.

San Agustín ahonda en el mas grande sacramento de la Iglesia, aleccionándonos a tener preparada el alma en las condiciones espirituales para recibir a tan gran Señor; …” Si quitas la palabra, (de Dios) no hay más que pan y vino; pronuncias la palabra, y ya hay otra cosa.

Y esa otra cosa, ¿Qué es? El cuerpo y la sangre de Cristo. Elimina pues, la palabra: no hay sino pan y vino; pronuncia la palabra y se produce el sacramento”… Cristo en el Calvario espera que el Sacerdote reavive su Pasión en la Santa Misa, y obra el acto que va a rememorar su Pasión, baja el Señor de su Gloria eterna en cada celebración a vivir la obra redentora de su Pasión, crucifixión y muerte santísima, padecida por las almas de todos los tiempos, no importa que sea ignorado, cumple la profecía de dar la salvación en que el pecador no debe olvidarlo y tenerlo presente.

El Señor repasa en cada corazón su devoción y gozo al momento de la consagración del pan y el vino. Jesús, en su peregrinación por el mundo, conoció lo profundo del pensamiento de quien lo escuchaban, si había o no aceptación a su palabra, así hoy también, ve en todo momento si es o no realidad en los corazones que dicen buscarlo anhelantes, los que no creen, los timoratos, puritanos y desconfiados, afanoso desea encontrar en el interior de las almas la intención y deseo de ser recibido, ya lo anuncia el Profeta Isaías;…”Y de entre las naciones no hay uno solo que me haya hecho compañía”… Entiende Cristiano católico, el empeño es que no se apague en ti la luz de la fe en Cristo, no olvidando que Él es la verdad eterna, es protección, enseñanza, consuelo del alma, y esperanza de vida, todo ello y más Dios lo entrega por Jesús cuando dijo;…”Bienaventurados los que tienen misericordia, porque para ellos habrá misericordia”… Dijo: ¡Habrá misericordia! ¿Qué hay en tu mente de su palabra amorosa? ¿El interior del pecador apreciará el valor espiritual del sentimiento de amor, que Cristo nos dispensa sin distinción? ¿Por qué no vislumbrar el sentimiento amoroso de Jesús? Jesús conoce como Padre, el pesar de cada hijo, por eso es magnánimo, y espera en el banquete de su boda el alma arrepentida.
¿Entonces por qué es difícil a nuestro corazón no corresponder a tan gran Señor? Debiera taladrar en el corazón del cristiano católico, el momento en que el Sacerdote eleva la Hostia, mostrando el Cuerpo de Cristo, agradecer al Señor permitir vivir lo que por nuestros pecados no merecemos, participar ante Él en el acto cruento de su Crucifixión en el Calvario, sublimar el alma ante tan portentoso milagro venido a nosotros de su infinita misericordia, el convertirá el pan en su cuerpo santísimo entregarlo en alimento del alma al cristiano católico; y cuando el Sacerdote toma en sus manos el Cáliz, elevándolo al cielo, manifiesta que en él se encuentra la sangre preciosísima de Cristo, la misma que derramo cuando fue circuncidado, y derramo en su Pasión, Crucifixión y muerte, así, el vino por obra de Dios cree y acepta de corazón, que ahí se encuentra su preciosísima sangre.

Explica San Agustín; …” Una realidad en la que una cosa es lo que se ve y otra la que se entiende. Lo que se ve tiene forma corporal, lo que se entiende posee efecto espiritual”…Jesús ve corazones afligidos, desolados y agobiados por los reveces de sus pecados, inspira a encontrar en su misericordia la paz y la tranquilidad del alma, a buscar en Él su bondad compasiva, porque su corazón vive el dolor y la pena del hijo en desgracia, vive el sufrimiento de su alma en cada tropezón de su vida, vive la pena del padre ofendido y ultrajado por el hijo amado, vive al hijo perdido en los vicios mortales y las perversidades; ¿Que hacer para detener y reprimir tanta ofensa? Medita San Ambrosio la necesidad de piedad; …” Sostenido Elías por el alimento que le dio el ángel, camino cuarenta días” … Continua; …” Mas vosotros, si os alimenta Jesús, marcharéis hasta llegar a la Patria que habitan los Santos” …
Jesús multiplicó en dos ocasiones los panes y los peces, ha diferencia de la primera, los Apóstoles tomaron la iniciativa, en esta ocasión el Señor muestra una vez más, que en Él nace la apasionada compasión tierna y suave, en la iniciativa de alimentar a la muchedumbre, apreciemos en este prodigio, como en la primera multiplicación de los panes, como está preparación culmina en la última cena, donde instituyo la Sagrada Eucaristía.

Narra el evangelista; …” En aquel tiempo, como hubiese de nuevo una gran muchedumbre, y que no tenía que comer, llamó a sus discípulos, y les dijo” …El Señor celebra concilio, dando su lugar a los discípulos, quiere escuchar sus pensamientos.

Jesús conoce que la muchedumbre no tiene alimento. ¿Cómo es que una muchedumbre de cuatro mil hombres, mas las mujeres y los niños no tenían alimento? Para entenderlo es necesario tener fe, quien carezca de ella criticará lo que no entiende, comentará lo que no conoce, pero la razón de este hecho es que esa multitud escuchaba a Jesús con verdadero deseo, abstraída por su predicación, la muchedumbre no ve a un hombre, ve algo superior, en silencio su corazón dice: …Es Dios quien habla... Jesús viendo su interior alimento su corazón espiritualmente tres días sin reclamo de su estomagó.

Al terminar su Catedra, la multitud agradece a Jesús los favores espirituales recibidos de sus divinos labios, ha llenado el vació interior de su alma cautivada, no hay intención de retirarse, continua en contemplación, por eso no lo abandonan.

El Señor reconoce que no había alimentos, aun así, no hubo protestas, ni reclamo o molestia, esperan la providencia de Dios.
Jesús manifiesta su misericordia a los siglos cuando dijo; …” Tengo compasión de la muchedumbre, porque hace ya tres días que no se aparta de Mí, y no tiene nada qué comer” … La compasión de Jesús es primordial en Él, su bondadosa obra redentora inicia desde su nacimiento y continua en el patíbulo de la Cruz, y continuará incansable por la salvación del cristiano católico hasta el fin de los tiempos.

Dice San Pablo; …” Lleguémonos confiadamente al trono de la gracia, a fin de alcanzar misericordia y hallar gracia para ser socorridos en el tiempo oportuno” … ¿Entonces nos preguntamos? Y y la nobleza del ser humano creado por Dios para con Él ¿Por qué no dar de nuestra parte la confianza que Dios nos pide? Cristo consuela al pecador y la lleva a su redil.

La confianza que Dios por Jesús nos concede no tiene límite; Dios es nuestro Padre; Dios es quien nos dio la vida del alma y del cuerpo a través de nuestros Padres; Dios tiene puesta la vista en lo que hacemos, sea bueno o malo; Dios nos previene del pecado, porque somos fácil presa de nuestras miserias, mezquindades, actitud cicatera y avara cuando de servir al Señor se trata; Jesús, siendo Dios y hombre nos enseñó a dominar adoctrinándonos en como vencer pasiones y tentaciones.


El amor que Cristo Nuestro Señor siente por los pecadores es rechazado, puede mas en ellos aferrarse a la dureza, sequedad y rigor de su corazón, que acceder a su misericordia; el cristiano católico que obra con fe, reconoce que el amor de Dios es pasión, es vivir el gozo de ser amado sin merecerlo.


El Señor da a conocer en sus discípulos el problema que existe, espera que alguno de una propuesta que solucione la falta de alimentos que Jesús dio a conocer, Jesús da la razón; …” Si los despido en ayunas a sus casas, les van a faltar las fuerzas en el camino, porque los hay que han venido de lejos” …Manifiesta a sus discípulos su compasión caritativa, no quiere despedirlos, misericordioso, ve que en su rostro se refleja la debilidad, en esas condiciones volver a sus lugares de origen, podrían morir; …” Dijeronle sus discípulos: ¿Cómo será posible aquí, en un desierto, saciarlos con pan?” … Los discípulos escucharon al Señor, no contradijeron sus deseos, obran viendo las cosas como lo hace la gente del mundo, así reaccionaron cuando el Señor pide echar la red, obedecen, después no encontraban la forma de mantener a flote las barcas cargadas de peces; ahora que Jesús pide como dar de comer a la multitud, olvidaron cuando la tempestad estaba a punto de hundir la barca de Pedro, despertaron a Jesús asustados diciendo;…” ¡Señor sálvanos que nos perdemos!”…Ahora podían pedir a su Maestro obrará el milagro de la multiplicación de los panes, lo olvidaron, es entender que faltaba mucho en ellos para deducir porque Jesús les reprende su poca fe, al darles a entender; … ¿Dónde está su memoria? …Los apremia con justa razón su desconfianza en Él, así lo hizo para enseñarnos, a no molestarnos de los que teniendo poca capacidad de inteligencia no pueden responder a lo que se ocupa, por eso de nuestra parte paciencia por comprenderlos.
En vista de no encontrar respuesta, bien sabía Jesús lo que tenia que hacer.

…” Les preguntó: ¿Cuántos panes tenéis? Respondieron: siete” … Dijera alguno de los discípulos en el milagro anterior; …” ¿Pero que es esto para tanta gente?” … Llevan a Jesús lo reunido, sin recordar que este proceso es similar al que habían vivido, a los discípulos llama su atención la poquedad de los alimentos, es posible se preguntaran; …” ¿Como será posible aquí, en un desierto, saciarlos de pan? “…y más se preguntarían, … ¿Cómo va hacer el Maestro para alimentar a tanta gente? … Mejor hubiera sido enviarlos a la población más cercana a comprar su alimento ... Jesús conforme con los alimentos que ha recibido dice el evangelista; …” Y mandó que la gente se sentase en el suelo; tomó, entonces, los siete panes, dio gracias, los partió y los dio a sus discípulos, para que ellos los sirviesen; y los sirvieron a la gente” …Los discípulos reparten a la multitud los alimentos por sus propias manos, así no olvidaran que habrá de atenderse al pecador, hacerlo es deseo de Dios.

Jesús, conforme bendice los panes, estos se multiplican una y otra vez en sus manos, como Dios que creo el mundo alimenta a los seres creados por Él.

Dice San Beda;…”La división de los siete panes, representa la apertura de las fuentes de la gracia, que son los siete sacramentos. La acción de gracias de Jesús significa el gozo que le proviene de la refección espiritual de la humanidad.

Que diese los panes a los Apóstoles para que los distribuyesen, manifiesta que dará siempre la gracia y la ciencia a sus apóstoles y predicadores, para que jamás les falté a los hombres el alimento de la vida espiritual” …
…” Tenían también algunos pececillos; los bendijo, y dijo que los sirviesen también” …Los discípulos apreciaran en el prodigioso milagro de Jesús, que su palabra es el alimento por excelencia de las almas; …” Comieron hasta saciarse, y recogieron siete canastos de pedazos que sobraron” …La gracia de Dios no tiene límites, no quiere que ninguna perezca, quiere que se salven.

Analizando la multitud y desmenuzando la palabra de Jesús, comprendemos; la gente de esta muchedumbre viene de lejanas regiones, en ello se refiere a los pecadores alejados de Dios; son también los que vienen de lugares alejados de Jesús; son los enfermos de debilidad y frágil voluntad, y los sanos por su libertad; hombres, mujeres y niños sin excepción encuentran en el desierto de la vida a Jesús dador de la abundancia del pan del espíritu, tesoro de su infinita misericordia;…” Eran alrededor de cuatro mil.

Y los despidió” … Entendemos, el profeta David, hablando no de los pecados contra la ley, sino la falta de fe y confianza en el Señor;…”Porque no creyeron a Dios, ni confiaron en su auxilio”…La fe es una necesidad imperiosa en el alma del ser humano, al faltar, viene una cascada de pecados, por ello, carecer del bien de la fe, nada hay que detenga los impulsos del pecador que vive la libertad en el libertinaje, corregir los malos hábitos y dañinas costumbres, convertir su corazón a la humildad sublime que busca anhelante vivir la dulce misericordia de Jesús.
hefelira@yahoo.com

 

Opina sobre este artículo

Nombre   Email  
Título
Opinion

Columnas Anteriores