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Sin chantajes en la mesa

Empiece por controlar la situación, domine la angustia o la culpa que le provoca que su hijo no coma...
miércoles, 12 de julio de 2017
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(Agencia Reforma) Si su hijo prefiere cereales y alimentos dulces y evita los vegetales o a la carne es probable que haya cedido a la tentación de alimentarlo con lo que pidió "con tal de que coma".

Seguir con esta práctica puede poner en riesgo a su hijo de padecer sobrepeso u obesidad, pero aún es tiempo de enseñarle hábitos alimenticios saludables, coinciden especialistas.

Empiece por controlar la situación, domine la angustia o la culpa que le provoca que su hijo no coma, señala Alejandro Beltrán, miembro de la Sociedad Psicoanalítica de México.

Estos sentimientos hacen del papá o la mamá presa fácil de los chantajes de los pequeños, apunta.

El segundo paso, aconseja, es fijar límites. Si su hijo se niega a comer lo que se le preparó, retírele el plato de la mesa y no ceda a sus antojos.

"No le va a pasar nada, pero las mamás creen que si no come ese día se va a morir o se va a enfermar y son malas madres. Entonces dejan que coman galletas o le preparan un hot dog".

"No hay que pelearse con él, hay que aclarar que no va a comer nada hasta la cena, y seguramente a esa hora comerá lo que se le preparó porque tiene hambre", aseguró el psicoanalista.

Considere que un niño come porciones menores a las de un adulto, no los obligue a comer de más. Si definitivamente no quiere comer quizá presente un problema mental o físico que hay que atender.

No olvide que quien debe decidir el menú de la casa son los adultos; los niños pueden participar, pero con base en las reglas fijadas por los padres.

Sin embargo, un estudio de la UAM reveló que cada vez más los niños son los que deciden qué comer.

"Observamos en el trabajo de campo que los niños son los que deciden que se come principalmente en función de sus gustos y aversiones", indicó Mónica Bertrán, investigadora a cargo del Programa de Alimentación del Departamento de Atención a la Salud de la UAM.

Los expertos aseguran que esto se debe a la dificultad que tienen algunos padres de poner límites.

"Las madres delegan por aquello que es más fácil y menos desperdicio, que es lo que les gusta a los niños. Están atravesadas por una multiplicidad de responsabilidades y no tienen tiempo ni ganas de estar discutiendo con los niños, entonces le dan lo primero que se coma, que es lo más fácil, lo más grasoso y azucarado", advirtió Beltrán.

Los especialistas indicaron que es fundamental que papás se alimenten de manera saludable y pongan el ejemplo.

 

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