REFLEXIÓN DOMINICAL

Antonio Fernández

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LAS DIVINAS LLAGAS DE JESÚS

…” Pero uno de los soldados le abrió el costado con la lanza, y al instante salió sangre y agua” … (Jn. 19,34)
domingo, 16 de abril de 2017
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Pregunta la conciencia; ¿Cuál es la causa por el qué Cristo Nuestro Señor fue Crucificado? Al instante se hace un vacío en la mente, no hay ni idea ni palabra para decir algo, un peso se siente en el pecho que reprime dar contestación, continua; ¿Por qué Cristo esta en agonía? El ángel de la guardada un paso adelante y habla al oído: porque te ama, sigue la conciencia; ¿Por qué Jesús, Hijo de Dios vivo muere en la Cruz? Enseña su palabra eterna: por tu salvación.

¿Por qué Cristo esta solo con María al pie de la Cruz? ¿Qué dices de ello? ¡Nada! Porque bien sabemos que nada tenemos que decir y si mucho que meditar, y mas cuando la conciencia manifiesta y revela la negligencia: no escucharlo.

La disposición del cristiano católico es cumplir lo que Jesús pide; …” Cuantas veces hiciereis esto, hacedlo en memoria mía “… Este debiera ser nuestro pensamiento en el día que Cristo entrego su cuerpo, sangre, alma y divinidad por la salvación de las almas que han venido, las que pasan por el mundo, como tu, estimado (a) lector (a) y las que están por venir.

Jesucristo Nuestro Señor, llega a su agonía, en ella hubo de sufrir y padecer la ignominia humana cuando toscos clavos alargados de punta aguda, estos de su voluntad no hubieran querido penetrar el cuerpo de su Creador, obedecen a cumplir el mandado por el que fueron creados: ser instrumentos de su obra redentora.

Debió arrojarse al suelo la Cruz de Jesús, fue puesto sobre ella, no se le dio tiempo de reposo, por lo que es tener presente: desde que fue tomado preso Jesús hasta el monte Calvario no tuvo descanso, recibió fueron golpes, latigazos, insultos y la insistencia de apurar el paso, no dejar de caminar con la Cruz sobre sus hombros, que en realidad sabemos, lleva el peso de nuestros pecados, conforme avanza se hace mayor el peso de esa carga de culpas, caídas, engaños y mentiras, crímenes, perversidades, adulterios simonías y como maldades e intenciones hay en el corazón de los pecadores que ha existido, existen y existirán, una carga enorme cuya medida no se puede valorar, hizo que hiciéramos caer a nuestro Redentor sobre sus divinas rodillas en tres ocasiones, sus verdugos sin consideración, exigen con maldiciones y golpes como el mundo las acostumbre, lo ponen de pie a latigazos creyendo que cayó a propósito para descansar.

Paganos unos e incrédulos los demás, carecen de fe, porque no entendieron la razón de las tres caídas, y obran con prepotencia contra su Creador, es de comprender, Jesús no había tomado alimento, no bebió una sola gota de agua, por lo que sufre una sed abrasadora causada por el calor y la perdida de su preciosísima sangre.

Jesús obedece cuando le ordenan acostarse sobre la Cruz, va a ella con prisa a lo que le tienen que hacer, apresura el paso camino a la Redención, sus verdugos sin escrúpulos castigan al inocente cordero, actúan como están habituados, nada les importa el dolor de su tortura; nada les importa el sufrimiento que padece por el injusto martirio; nada les importa el tormento que quema lacerante el interior de su divino cuerpo; nada les importa su pesar, su pena y menos el perdón que de Él reciben, para sus enemigos es motivo de burla y escarnio;…” A otros salvo, así mismo no pude salvarse.

Rey de Israel es: baje ahora mismo de la Cruz y creeremos en Él “…En otros es un acto obligado realizar por la paga a recibir del gobernador Pilato, lo crucifican sin miramiento acostumbrados a ejecutar criminales con este tormento.

Esta Jesús acostado en la Cruz de cara al cielo, toman con brusquedad sus divinas manos y un clavo largo de punta afilada es puesto sobre cada una de sus divinas manos, el primer golpe lo recibe María Santísima en su corazón, , el dolor fue inmenso en Nuestra Madre al punto de la muerte al ver el divino cuerpo de su Hijo estremecerse por los golpes que traspasan sus divinas manos y luego sus divinos pies, el tormento no ceso hasta quedar sus divinas manos clavadas al madero; ¡Inimaginable la angustia en María! El dolor y pesar en el Sagrado Corazón de Jesús, por la cerrazón y endurecimiento del hombre que vino a salvar.

El suplicio se agudiza aún mas al penetrar cada clavo, que fue dislocando descoyunta un cuerpo extraño su cuerpo al penetrar, es un dolor que no hay palabra que explique ese ardor incesante en cada mano, no hubo fractura de sus huesos, cumpliéndose la profecía; …”Han taladrado mis manos y mis pies y se pueden contra todos mis huesos “… Luego toman sus divinos pies poniendo uno sobre el otro, el infeliz verdugo descarga el primero y los sucesivos golpes sobre el clavo que hiere y traspasa un pie, después el otro hasta que la punta profundiza en el madero, se han desgarrado sus carnes virginales y al instante afloran al exterior de sus sagradas heridas, hilos de su preciosísima sangre que corre sin cesar hasta caer al suelo, termina el tormento de los clavos, no se tuvo compasión al; …”Justo”… Como dijo Pilato.

No hubo para Jesús ninguna misericordia y consideración, los verdugos conocen el dolor que causa este tormento. Varios hombres levantan la Cruz hasta elevarla, debiendo recordar sus enemigos ahí reunidos cuando dijo; …”Y Yo, una vez levantado de la tierra, lo atraeré todo hacía Mí”… Pensemos el dolor que ronda por el divino cuerpo de Jesús, el abatimiento de cada mano y pie al levantar la Cruz, el cuerpo lentamente se resbala hacia abajo, quedando el peso de su cuerpo en las manos heridas por los clavos, no pudiendo sin poder contener el dolor causado por el peso, el punzante dolor de las heridas, a ese momento convertidas en sus divinas llagas, los verdugos orillan la Cruz al hoyo para depositar la Cruz, al llegar a él lo dejan caer sin ningún cuidado, porque se les hizo muy pesado, eso hizo que el dolor se agravara en sus manos y pies, enseguida golpean las cuñas de madera hasta dejar fija y derecha la Cruz, vuele a escucharse la palabra de Jesús que sus enemigos recuerdan al instante;…”Cuando hayáis alzado al Hijo del hombre, entonces conoceréis que soy Yo, (Cristo) y que de Mí mismo no hago nada, sino que hablo como mí Padre me enseño“… Ante acto inhumano y de crueldad contra el Hijo de Dios, viene la pregunta obligada; ¿En verdad se conmueve mí corazón? ¿Me mueven las lágrimas al arrepentimiento? La voz de la conciencia dice; …Tanta crueldad e ignominia ¿Que es en ti? ¡Sí! He visto que cuando se habla de Cristo en su Pasión se te hace un nudo en la garganta, ¡Oye! ¡Por favor! ¿Cuántas veces has hecho este papelito y continuas igual? ¿Cuántas veces has contenido la respiración para que no te vean derramar una lagrima sin valor? ¿Sabes por qué? Nada tienes que decir ni nada hay que reclamar, menos justificar, ¿Qué puedes decir ante una realidad que no toca las cuerdas sensibles de tu corazón? Dijo Jesús; …” Porque del corazón salen pensamientos malos, homicidios, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, blasfemias.

He aquí lo que mancha al hombre “… Continua la conciencia; ¿Acaso no te conmueve el tormento sufrido por Jesús para tu salvación? ¡Ten valor, acercarte a Él y pidele su perdón! Recapacita que tu partida final de este mundo puede ser en cualquier momento, llegado ese instante ya no será posible dar paso atrás, quienes han vivido turbados por su malignidad, perversidad e impureza, adulterio, crimen a mansalva y engaño dicen: así quiero ser, afirmación ambigua y engañadora, esos infelices en el umbral de la muerte se preguntaran de haber una minucia de fe interior; ¿Mi muerte se acerca, estoy intranquilo, que será de mí al morir? El agobio lo inquieta en su agonía, los dolores de su enfermedad quedan atrás, su pensamiento es: ¿Que será de él? Sabe que no vivió conforme a la voluntad de Dios, sentir que su respiración se agita, se corta y vuelve, es el alma por salir del cuerpo, no sabe a dónde ira, la sentencia de Dios le dará su destino por toda la eternidad; ¿Qué hacer? Arrójate en la misericordia de Dios…
Bien sabemos la vida que llevamos, nada escapa a la mente, caídas, pecados, que la conciencia dicta; … ¡Eres igual o peor que esos infelices que atormentaron a Cristo! Atrévete para bien tuyo decirle de corazón este día: ¡Perdóname Dios y Señor Mío! Decídete y obra en consecuencia, no dudes de su perdón.

Necesitas ser limpio de corazón, no sea el hecho de pedirle por quitar la presión que ejercen tus padecimientos y sufrimientos en tu persona al verlo inmolado por ti, eso no tendrá valor ante su vista, y si agravará mas tu alma, profundiza en ella, busca la reconciliación con Cristo… Mucho ha sido el mal comportamiento y el mal que cada alma se ha causado, por lo que es justo del hijo prodigo obrar para ser perdonado, el Señor anima al pecador a ese impulso cuando dijo;…”Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu, esta animoso, mas la carne es flaca”…Jesús advierte que nuestra debilidad y flaqueza esta en todo momento, escuchando la doctrina y mandamientos Cristo Jesús, estará presente en su alma, corazón, memoria, entendimiento y voluntad, desea que estemos en el camino de la salvación, inspirados en su Pasión Santísima, convirtiendo en su morada los corazones por los que padeció.

Nos pide no poner oídos sordos, ni cerrar los ojos y la mente; pide despojarnos de las asperezas del cuerpo, porque Jesús siempre esta dispuesto a quitarnos las asperezas del alma, despojándonos de toda vileza humana.. De haber permitido Dios Padre, a su Divino Hijo Jesús, prolongar su vida terrena cuando menos cinco minutos de su agonía, habríamos recibido más bienes y gracias para nuestra salvación en su agonía de altísimo valor salvifico, Jesús no ceso de enseñarnos su doctrina, y estando crucificado, a pesar de escuchar los escarnios y mofas de una plebe que cinco días antes lo aclamo rey de Israel, ahora incitada contra el Hijo de Dios vivo, aísla su alma de esas incoherencias y da atención en su corazón al corazón angustiado de su Madre que esta diciendo;…¡Hijo mío! Recuerda que yo soy “La esclava del Señor” ¿Qué pasará con tu obra? Las almas que has venido al mundo a salvar, ahora son precio de tu sangre…Jesús eleva su oración a Dios Padre; …” Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” …Suplicante oración del Hijo a su Padre por las almas a las que fue enviado redimir, en ello está diciendo… ¡Padre mío, no escuches sus voces y sus corazones! Te pido los perdones, puesto que Tú me haz enseñado a perdonar, Yo buscare los caminos para llevarlos ante Tu divina realeza…
El corazón de María a no dudar se dirige al de su amado Hijo; … ¡Hijo Mío! Conoces de los corazones en los hombres, sus debilidades y flaquezas, para que los perdones se necesita hacer obra de Dios en ellos, fortalecidos en tu doctrina vencerán sus debilidades, superarán sus flaquezas ante los estragos del demonio: ¿Quién verá por ellos ante tu justicia?...Jesús obra en nuestro favor, concediendo la gracia mayor de todas las gracias de su Realeza Divina, que no merecemos, porque no hemos correspondido a su benevolencia, misericordia y amor, pero la esperanza de salvación siempre esta latente en Cristo y María.

En su dolor y agonía, los gritos de una plebe injuriosa que hace mofa de su divinidad, los quiso Jesús como escenario para enseñarnos amar y perdonar, al dirigirse a su Santísima Madre como Madre nuestra;…”Mujer ahí tienes a tu Hijo: Hijo ahí tienes a tu Madre”…Nos hereda a Madre como ser Madre nuestra, donde su amor maternal, será el consuelo y alivio como nos lo dijo en el Tepeyac; …”Acaso no estoy yo aquí que soy tu Madre “… Jesús no se detuvo por sus padecimientos, ni sentir que su vida llegaba al final, atendiendo como Sacerdote al buen ladrón que acude con fe solicitando su misericordia;…”Jesús acuérdate de mí, cuando vinieres en la gloria de tu realeza.

Dijole Jesús: En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso” …El pecador en su agonía queda confortado. Cristo escucho lo que para Él es el mayor gozo: el arrepentimiento sincero del pecador, nadie lo había hecho en Israel, ha dicho el buen ladrón de corazón; … ¡Señor! ¡Tú eres Dios, yo creo en ti! Lo que tú dispongas para mi salvación, sabes lo deseo de tu voluntad...
El final de la pasión de Jesús se avecina, con ello su muerte Santísima y su triunfo.

Debiendo ser razón la comprensión del cristiano católico cuando dijo Jesús; …” Tengo Sed” … En efecto, dijo Jesús tener sed, ¡Sí! Pero no la sed que conocemos, sino la del amor de las almas, merecimiento que no merecemos, habrá de luchar para aliviar la sed de amor que el Señor profesa por las almas, siendo dignos de Él.

Llega el momento de su partida al Padre, Jesús repasa su misión, pasan por su mente las profecías, la ley, doctrina y enseñanzas, ve que todo ha sido realizado conforme el deseo de su amado Padre y clama; …” Todo está cumplido” … ¿Qué significan sus palabras para nosotros miserables pecadores? Jesús da a conocer su sentimiento… ¡Padre Mío! Obedecido y terminado está tu deseo, he redimido a las almas como tú lo has dispuesto… Viene la soledad en Jesús, vive el alejamiento de su Padre, y clama; …” ¡Dios Mío, Dios Mío! ¿Por qué me has abandonado?” …El Padre jamás se alejo de su divino Hijo, siempre fue en Él.

Dice el evangelista; …” Eclipsándose el sol; y el velo de templo se rasgó por el medio y Jesús clamó con gran voz; …” Padre, en tus manos entrego mí espíritu” …Cerrando nuestros ojos digamos de corazón; ¡Ten misericordia de mí alma! Jesús llega al final de su vida terrena.

¡Cristo Victorioso! La naturaleza y el universo clama y se dejan sentir.
La obstinación de los escribas, ancianos y sacerdotes del templo no descanso contra Jesús, aún después de su muerte, continúan acumulando agravios contra Cristo, como en vida lo hicieron.

Ante Pilatos justifican su pérfida intención, insisten que sea sepultado el mismo viernes día de su muerte, porque el sábado era el día grande de la pascua judía y no convenía que la gente viera los cadáveres, contaminaría su vista, la realidad es miedo a que la gente al ver los cuerpos reaccione en su contra, el mayor temor es que dijo Jesús; …”Al tercer día resucitare “ …De verlo Jerusalén, se volvería contra ellos, además escucharon al Centurión y sus soldados decir de Jesús: …” Verdaderamente, Hijo de Dios era este “… Por eso al sepultarlo será olvidado.

Pilatos ordeno lo que era regla en los romanos, dispuso fueran a los crucificados, los que estaban con vida quebraron los huesos, viendo a Jesús había fallecido, uno de los soldados; …” Abriole con una lanza el costado derecho” …Fue revelado a Santa Brígida, que la lanzada atravesó su Sagrado Corazón.

Dice Santo Tomás;…”Pudiendo salvar, uno y mil mundos con una sola gota de su sangre, Jesús prefirió darnos su vida entera de santidad, su Pasión y muerte, de insuperable amargura, y quiso con la lanzada ser dador hasta de la gotas de su Sangre que le quedaban después de muerto”…Nos quedamos con este pensamiento en tiempo de Pascua: Nuestros pecados traspasan su corazón, los pecadores no cesan de hacerlo, el soldado romano fue instrumento de Dios, movido por el Espíritu Santo dio la lanzada, a que los siglos tuvieran presente;…”Y al instante salió sangre y agua”… Define el Señor la lección de su gloria eterna al anunciar; …” El cielo y la tierra pasaran, pero las palabras mías no pasaran ciertamente “…
hefelira@yahoo.com

 

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