Eso sí lo cuidas bien y aprendes que, ese órgano, que está en el centro de tu pecho y no completamente a la izquierda, necesita atención especial.
Lo primero que debes saber es que las enfermedades del corazón matan más que todos los tipos de cáncer combinados en Norteamérica.
La obesidad o el sobrepeso, la historia familiar, la presión alta, elevados niveles de colesterol, fumar, la diabetes o una vida sedentaria son los factores de riesgo más comunes para sufrirlas.
La Federación Mundial del Corazón señala que al menos el 80 por ciento de las muertes prematuras a causa del corazón podrían ser evitadas si los mayores factores de riesgo antes nombrados estuviesen controlados.
El corazón es una bomba cardíaca con cuatro cámaras. Funciona con la precisión de un reloj suizo y, además de enviar la sangre hacia los pulmones para que se oxigene, se encarga de realizar una contracción de una fuerza asombrosa para que esa sangre llegue hasta el dedo pequeño del pie.
Todo esto, si funciona bien.
Si en tu familia hay antecedentes de enfermedades cardíacas, diabetes, altos niveles de colesterol o elevada presión arterial es importante que te realices chequeos periódicamente.
La salud no sólo es mantener el cuerpo sin enfermedades por arte de magia, incluye también una buena prevención. A través de una alimentación equilibrada y ejercicio puedes fortalecer tu corazón y regalarte una vida saludable.